Educar para una nueva sociedad: Razón, Verdad y Esperanza

57 educar para una nueva sociedad: razón, verdad y esperanza sea un televisor, un iPod, un ordenador, un teléfono móvil, o dos o más simultáneamente. ¿Puede cambiar la red, y nuestra relación con la pantalla, nuestra forma de pensar? Michael Merzenich, neurocientífico, afirma que Internet tiene el poder de llevarnos hacia un cambio fundamental en nuestro cerebro, provocando que se “remodele en profundidad”. Se está desarrollando una cultura de la respuesta rápida, nos obsesiona si se puede hacer algo, no si se debe hacer. Susan Greenfiel, de la Universidad de Oxford, dice que cuando los niños hacen algo que les gusta, como jugar con un juego electrónico, el cerebro recibe una inyección de dopamina en el córtex prefrontal. Si se produce demasiada dopamina se pueden ver afectadas las partes del córtex prefrontal asociadas al razonamiento. La euforia electrónica provoca las posibilidades de desarrollar una mente menos original. La red digital erosiona nuestra capacidad de concentración. Leer en una pantalla del ordenador es rápido y muy adecuado para recopilar hechos. Leer en papel es reflexivo y más adecuado para intentar comprender un argumento o conceptos complejos. Ambas formas de leer deberían convivir. Un estudio de la Universidad de California (San Diego) ha descubierto que en 2008 la recepción de información por parte de una persona era de media trescientos por ciento mayor que en 1960. Fijémonos en el diagnóstico que hace Richard Watson y que, seguro, nos puede ayudar a pensar: • la cultura de la respuesta rápida y la facilidad de acceso a todo está potenciando los errores. Esto está conduciendo a un estado de estupidez y caos multitarea. Estamos mejorando en pensar rápido pero la calidad del pensamiento está sufriendo. Podemos hacer más de una cosa a la vez, peor las hacemos bien.

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