Educar para una nueva sociedad: Razón, Verdad y Esperanza

FAMILIA Y EDUCACIÓN Salomé Adroher Biosca ¿Qué significa “domesticar”? preguntó el principito. Es una cosa demasiado olvidada, dijo el zorro. Significa “crear vínculos”. “Nuestros jóvenes de hoy en día aman el lujo, tienen pésimos modales y desdeñan la autoridad, muestran muy poco respeto por sus superiores, pierden el tiempo yendo de un lado para otro, y están siempre dispuestos a contradecir a sus padres y tiranizar a sus maestros”. Este texto, que bien podría atribuirse a cualquier autor actual que valore la educación de nuestros niños y adolescentes, es sin embargo de Sócrates. Y es que, ya en el siglo IV antes de Cristo, se cuestionaba el papel educador de la familia. En la educación del niño y del adolescente intervienen diversos “agentes” que van conformando su personalidad, su sistema de valores, sus pautas culturales, su formación básica y académica o sus procesos de socialización: la familia, la escuela, el entorno social y los medios de comunicación social, fundamentalmente. La familia es el más importante de todos estos agentes 1 , o al menos debería serlo, y por ello es esencial que cumpla adecuadamente su 1 “La familia es el primer contexto de aprendizaje de las reglas sociales y por tanto el primer agen- te socializador de los valores que adquieren sus miembos. Además tiene unas cualidades únicas que la diferencian de otros contextos, dado que el aprendizaje de valores se suele realizar en un ambiente de proximidad, comunicación, afecto y cooperación que lo hace especialmente eficaz y duradero”. Garcia hernandez, m.d. ramirez rodriguez, g. Lima zamora, s. “la construcción de valores en la familia”. En Rodrigo, m.j. Y palacios, j. (1998). Familia y desarrollo humano. Alianza editorial. P 204.

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