Educar para una nueva sociedad: Razón, Verdad y Esperanza
87 educar para una nueva sociedad: razón, verdad y esperanza en familia. No basta con trabajar valores. Hay que decir por qué esos valores y no otros, y por qué un determinado orden y no otro. Educar en valores es, antes que nada, aprender a valorar. Y para este cometido, la educación en familia es, sin duda, uno de los ámbitos más privilegiados para educarnos en la práctica de unos valores que podemos compartir con otras muchas familias que, desde las mismas o distintas perspectivas, trabajan y se educan en los mismos valores. Valores que constituyen diez propuestas educativas – agrupadas en cinco duplas– para el contenido de una educación en familia. Hablamos así de educarnos en: a. El respeto de la diferencia y el reconocimiento de la dignidad Hoy en día, casi nadie estaría dispuesto a defender que la identidad –sea personal o familiar– se lleva a cabo eliminando las diferencias. Todo lo contrario. Los padres que tenemos hijos sabemos que el proyecto de identidad de nuestros hijos es imposible sin el respeto de las diferencias. No podemos educar a nuestros hijos a todos por ‘igual’, ni en ‘igualdad’ de condiciones. Tenemos que asumir que la diferencia no es una causa de algo, sino una consecuencia derivada de un proceso de diferenciación exigido por la propia dinámica de la interioridad. Negar las diferencias, equivaldría a proponer un modelo único y homogeneizador que puede incurrir en algún tipo de exclusión. Y lo que es peor aún, daría paso a un sin fin de modalidades de la misma, traducidas por las expresiones que decimos muchas veces: ‘me ha pillado mayor’, no aguanto a mi hijo, he arrojado la toalla, soy
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