Educar para una nueva sociedad: Razón, Verdad y Esperanza
97 educar para una nueva sociedad: razón, verdad y esperanza la idea de que basta con dialogar, sin llegar a ninguna decisión. El objetivo del diálogo como tarea educativa familiar es concordar y, llegado el caso, tener que decidir; porque hablamos aquí de un diálogo de simetría no perfecta. Lo que no obsta para que la educación en familia, en este nivel, proponga el diálogo como metodología adecuada para resolver los conflictos, las diferencias, frente a modelos violentos de resolución. f. El sentido cosmopolita El sentido cosmopolita no es sino la traducción social de la tensión entre particularismo y universalismo en la que discurre la educación en la familia vista desde su interior. Si la familia se educa en la apertura y en el compromiso de unos para con otros, está propiciando la creación de personas que, sin dejar de reconocerse como pertenecientes a una comunidad concreta, son conscientes de su pertenencia a una sociedad cuyos límites traspasan fronteras. El sentido cosmopolita rompe cualquier alternativa de egoísmo institucional y mete a la educación en valores en la tesitura de contribuir a formar una sociedad más justa 7 . La globalización, primero como referencia económica y financiera, y después como globalización cultural es el espacio de referencia de una educación en valores cuya aspiración es valer para todos, en el sentido de que si son buenos para uno, quisiéramos que fueran buenos para todos. Este sentido de la universalización posee un valor moral excepcional 7 A. Cortina (2010), Justicia cordial . Ed. Trotta, Madrid, cap. X.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=