Razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común

101 razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común 4. Derechos en el campo laboral 5. Defensa de la libertad personal y de las libertades sociales Se dice que la solidaridad es el bien común en acción. Cuando los hombres y mujeres, pueden sentir como propias las injusticias y las violaciones de los derechos humanos cometidas con respecto a personas que posiblemente nunca conocerán, y de aquellas que sí se encuentran en cercanías de espacios físicos, ello es un signo más de que, esta triste realidad social de desigualdad y transgresiones a derechos y libertades básicas, es transformada en conciencia, y adquiere así una connotación moral. Se trata de la interdependencia, percibida como sistema determinante de relaciones en el mundo, en sus aspectos económico, cultural, político y religioso, y asumida como categoría moral. Cuando la interdependencia es reconocida así, su correspondiente respuesta, como actitud moral y social, y como «virtud», es la solidaridad. Esto no es, pues, un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos. Desde este punto de vista, el fin del Estado es hacer posible la solidaridad, es decir, que las personas podamos ubicarnos en la posición de los demás, encontrarnos con otras personas y relacionarnos de modo responsable para construir entre todos una vida personal y social más humana, más igualitaria y equitativa, más justa. El beneficio generalizado debe lograr la paz social. El Bien Común es la satisfacción a las necesidades del ser humano en su entera naturaleza espiritual, moral, corporal, proporcionándole la paz, la cultura y lo que es necesario para el desenvolvimiento pleno de la existencia y común porque es de la sociedad entera. El vivir del ser humano se convierte en un convivir en el orden físico, biológico, cultural y espiritual. La sana convivencia social en su máxima expresión es un orden social cooperativo y solidario en el que las personas vivan a plenitud el bien ser, el bien hacer, y el bien estar, garantizando a las generaciones por venir para que también tengan acceso a estas posibilidades de manera plena. En resumen vemos entonces que el pueblo emerge, se perfila como persona. Es la idea jurídica romana del ser. El bienestar del pueblo es

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