Razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común

19 razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común los seres humanos como en nuestra época. ... En este punto nos preguntamos: ¿hay un camino a recorrer en esta situación nuestra? ¿Debemos resignarnos? ¿Debemos dejarnos oscurecer la esperanza? ¿Debemos huir de la realidad? ¿Debemos «lavarnos las manos» y encerrarnos en nosotros mismos? Pienso no sólo que existe un camino a recorrer, sino que precisamente el momento histórico que vivimos nos impulsa a buscar y hallar caminos de esperanza , que abran horizontes nuevos a nuestra sociedad. (Discurso en el encuentro con el mundo de la cultura, 22 de septiembre de 2013, Facultad Teológica de Cagliari, Cerdeña.) Sabemos, como nos anticipa el texto de Pedro que hemos citado, que más de uno se preguntará qué tiene que decir la Iglesia sobre estos temas o qué hacemos los católicos, en cuanto católicos, hablando sobre ellos. Si lo hiciéramos solo desde el contexto de nuestras preparaciones o experiencias personales y profesionales no causaríamos tanta sorpresa, pero al decir Católicos y Vida Pública, ya es suficiente para que nos miren con sospecha. La invitación del apóstol Pedro, sin embargo, se hace al cristiano en particular y a la comunidad concreta, que se encuentran siempre ubicados histórica, social y culturalmente 1 . “[L]a persona humana con sus anhelos y sus dudas, con sus valores y sus pasiones, con sus logros y sus desmesuras, sigue interpelando a la esperanza cristiana e interpelando a una Iglesia, que está llamada “a llevar consigo la esperanza del mundo, aunque se viera reducida a un pequeño rebaño”. Una fe que confiesa y celebra la salvación universal, debe estar siempre dispuesta a dar razón de su esperanza a todos los hombres y de todos los tiempos.” 2 Al hablar de interpelar a la Iglesia, hablamos de interpelarnos a cada uno de nosotros, pues no se trata aquí de una figura institucional o jerárquica, sino de cada uno, como cristiano, como testigo de Cristo. La respuesta cristiana sobre la esperanza no puede quedarse tampoco en el ámbito de la conciencia individual, sino que debe tener una dimensión social y comunitaria: “Dios creó al hombre no 1 Laurentino Novoa, CP, La razón de nuestra esperanza, disponible en http://www.pasionistas.org/ index.php?option=com_content&view=article&id=87:la-razon-de-nuestra-esperanza&catid=4:lauren- tino&Itemid=11 2 Id.

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