Familia: Identidad, Retos y Esperanza
127 familia: identidad, retos y esperanza En su discurso en Chile ante la Cepal en el 1987, Juan Pablo II defendió y difundió con fuerza la idea de una “economía de la solidaridad”. A eso es que le llamo una economía diferente. En ese momento dijo Juan Pablo II y cito: “ en la economía de la solidaridad ponemos todos nuestras mejores esperanzas para américa latina”. Este llamado fue fundamental en la difusión e incorporación a la cultura latinoamericana de la idea de una economía de solidaridad, concepto propuesto inicialmente en los 80 por el eminente economista chileno Luis Razeto en una monumental obra de 4 volúmenes. La economía de la solidaridad que implica producir con solidaridad, distribuir con solidaridad, consumir con solidaridad, acumular y desarrollar con solidaridad. Implica el desarrollo de los sectores sociales menos desarrollados económicamente y que el desarrollo económico sea ecológicamente sustentable; que debe conducir a niveles superiores de integración social; y que ha de estar presidido por valores de justicia y solidaridad. Mientras que la economía regular esta fundamentada en conceptos como la utilidad, los intereses, la ganancia o la propiedad, y en relaciones basadas en la fuerza y en la lucha, la competencia y el conflicto, la economía de la solidaridad se fundamenta en la gratitud, la fraternidad, la solidaridad, la cooperación, la generosidad y la gratuidad. A este respecto, vale la pena recordar estas palabras de Juan Pablo II en 1987: “mi llamado toma la forma de un imperativo moral: ¡sed solidarios por encima de todo! Cualquiera que sea vuestra función en el tejido de la vida económico-social, ¡construid en la región una economía de la solidaridad! Con estas palabras propongo a vuestra consideración lo que en mi último mensaje de la Jornada Mundial de la Paz llamé “un nuevo tipo de relación: la solidaridad social de todos” (n. 2). A este propósito, deseo repetir hoy aquí la convicción expresada en el reciente documento de la Comisión Pontificia “lustitia et pax” sobre la deuda externa: (se refiere al grave problema de la deuda externa latinoamericana de esa epoca.) “una cooperación que supere los egoísmos colectivos y los intereses particulares, puede permitir una gestión eficaz de la crisis del endeudamiento y, más en general, señalar un progreso en el camino de la justicia económica internacional”. Cuan diferentes hubiesen sido las negociaciones sobre el problema de la deuda de Puerto Rico si se hubiesen
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