Familia: Identidad, Retos y Esperanza

138 actas del tercer congreso católicos y vida pública los adultos mayores en las sagradas escrituras y los documentos de la iglesia Son casi innumerables las veces en las que las Sagradas Escrituras se discute el tema de los adultos mayores o la vejez. Reseñaremos únicamente algunas de estas instancias, solo para establecer la importancia que le dan las Sagradas Escrituras a este tiempo en nuestras vidas, así como para destacar la tónica bajo la cual se ve la vejez en la Biblia. No intentamos pues, ser exhaustivos respecto al examen de este concepto en las Sagradas Escrituras. Así por ejemplo, encontramos en el libro de Génesis la siguiente referencia: “Tenía Lámee ciento ochenta y dos años cuando engendró un hijo, al que llamó Noé, pues se dijo: ‘Este aliviará mis trabajos y mis fatigas en el suelo maldito por el Señor. Después de engendrar a Noé, vivió quinientos noventa y cinco años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de setecientos setenta y siete años ( Gn 5, 28-31). De forma similar, en el mismo libro de la Santa Biblia, el Señor le comunica a Abrahán luego de decirle que sus descendientes vivirían como esclavos en un país extranjero que: “Tú te reunirás en paz con tus antepasados, y te enterrarán muy anciano” ( Gn . 15, 15). Asimismo, a raíz de la muerte de Abrahán se señala en el Génesis, “Abrahán vivió ciento setenta y cinco año. Después expiró: murió en buena vejez, colmado de años y fue a reunirse con sus antepasados” ( Gn 25, 7-8). Por otro lado, antes de anunciarle a Noé el diluvio universal el Señor le plantea lo siguiente: “Mi aliento no permanecerá por siempre en el hombre, porque es mortal; la duración de su vida será de 120 años” ( Gn 6, 3). Del mismo modo, en el Éxodo, el Señor plantea en el duodécimo mandamiento, “Honra a tu padre y a tu madre para que vivas muchos años en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar” ( Ex 20, 12). También, en el Levítico, el Señor establece como parte de los deberes religiosos y sociales del pueblo de Israel lo siguiente: “Ponte en pie ante las canas, respeta al anciano y honra a tu Dios. Yo soy el Señor tu Dios” ( Lv 19, 32). De otra parte, el Señor le señala a Salomón en el libro de Reyes: “Ya que me has pedido esto (un corazón sabio para gobernar a su pueblo) y no una larga vida ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar con justicia, te concederé lo que me has pedido…Pero además te añado lo que no has

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