Familia: Identidad, Retos y Esperanza

165 familia: identidad, retos y esperanza Así lo recuerda Benedicto XVI cuando afirma que “ en la familia es donde los hijos aprenden los valores humanos y cristianos que permiten una convivencia constructiva y pacífica. En la familia es donde se aprende la solidaridad entre las generaciones, el respeto de las reglas, el perdón y la acogida del otro. Ella es la primera escuela donde se recibe educación para la justicia y la paz ” 6 . En las diferentes encuestas internacionales que se realizan sobre la familia (padre, madre, hijos, abuelos), siempre aparece como la institución más valorada por la sociedad. Y es que la familia, es el colchón en el que se amortiguan las crisis, es la que acoge a sus miembros cuando tienen problemas y pasan por dificultades. Ella soporta y atenúa los efectos dramáticos del paro, las enfermedades, las separaciones y divorcios, la falta de vivienda, etc. En consecuencia, una sociedad fuerte y feliz tiene puesta su esperanza en la familia y se fundamenta en la familia. Sin embargo, se afirma que la familia y los valores familiares están en crisis. Por tanto, sin ánimo de caer en discursos extremos, debemos hacer un análisis realista y sereno sobre la situación de familia y preguntarnos ¿qué es lo que ocurre en nuestras sociedades para que haya tantos conflictos en la familia? ¿Qué mecanismo de prevención podemos utilizar frente a las crisis y problemas familiares, para que la familia se fortalezca? El Papa Francisco, habla continuamente de esta cuestión y le preocupa sobremanera. Por ello, con tan solo ocho meses después de comenzar su pontificado, convocó un Sínodo Extraordinario, al que seguirá un Sínodo Ordinario en octubre de este 2015, para reflexionar sobre los problemas de la familia; pues considera que la respuesta de la Iglesia a las dificultades de la familia es una cuestión urgente que no puede demorarse. Por otra parte, en el año 2014 que acabamos de finalizar, se celebró el XX aniversario del Año Internacional de la Familia, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (15 de mayo de 1994). Y representó una oportunidad para volver a recordar a nivel 6 Cf. Benedicto XVI. Mensaje para la celebración de la XLV Jornada Mundial de la Paz (2012).