Familia: Identidad, Retos y Esperanza
178 actas del tercer congreso católicos y vida pública 3. Mediar no es interponerse para distribuir equitativamente ganancias y pérdidas. Mediar es acoger, escuchar y favorecer que padres e hijos se expresen, se comuniquen, y saquen a la luz el vínculo que les une. Es generar un espacio que el resentimiento no les permitía ver para ponerse en el lugar del otro y comprender sus necesidades. 4. Desde una perspectiva exclusivamente legalista la mediación busca una resolución rápida a los conflictos. El ordenamiento legal así lo permite. Sin embargo, nuestra meta es la de ayudar a que los padres puedan seguir siendo padres y los hijos, hijos. Nuestra mediación no busca el acuerdo por el acuerdo, sino evitar la escalada en los conflictos, fortalecer la comunicación en la pareja e introducirla en una lógica de diálogo y no de enfrentamiento. 5. Como laicos, estamos llamados a ser la esperanza de Dios para nuestras sociedades, para los que peor lo pasan. Estamos llamados a ser sal de esta tierra. Nuestra esperanza no nos hace dejar en manos del providencialismo lo que Dios espera de nosotros. Seamos diligentes en nuestro trabajo, profesionales cualificados en nuestra ayuda a las familias y colaboremos para que las estructuras de Iglesia sean eficaces en la ayuda que las familias esperan de nosotros.
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