Familia: Identidad, Retos y Esperanza

190 actas del tercer congreso católicos y vida pública Todo esto conlleva a tener una pérdida de sentido y de valores dentro de la familia que no nos llevan a tener esperanza sino, por el contrario, un camino de miedo y de oscuridad ocasionando: • Crisis en la trasmisión de los valores humanos, morales y cristianos. • El vacío espiritual: el hombre ha sacado a Dios de sus vidas y por eso vive en una insatisfacción. • El aumento de las enfermedades de transmisión sexual. • La permisividad en la sociedad en cuanto al consumo del alcohol, droga y la prostitución del hombre y la mujer. • El desempleo y la búsqueda de nuevas oportunidades de trabajo muchas veces conllevan al abandono y a la desintegración familiar. • Políticas familiares insuficientes y equivocadas. • Han surgido nuevos conceptos de uniones las cuales quieren sustituir al matrimonio entre un hombre y una mujer. • Nos encontramos con una mentalidad de desecho: lo que no me funciona para mi realización personal simplemente la desecho y sustituyo; esta mentalidad se hace presente en la vida conyugal, familiar y laboral. ¿qué hacer?: Dado que la familia es el valor más querido por nuestros pueblos y una luz de esperanza para nuestra sociedad, creemos que debe asumirse la preocupación por ella como uno de los ejes transversales de toda la acción evangelizadora de la Iglesia. En toda Diócesis se requiere una pastoral familiar, “intensa y vigorosa”, para proclamar el evangelio de la familia, promover la cultura de la vida, y trabajar para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados. (Doc. Aparecida 435) • Evangelizar con audacia y alegría: “No me avergüenzo del Evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree” (Rom 1,16). • Alentar y promover a la familia como lugar de la experiencia de comunión que sane, promueva y afiance los vínculos

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