Familia: Identidad, Retos y Esperanza

24 actas del tercer congreso católicos y vida pública dentro de nosotros y nos arrastra hasta el granmilagro del amor. Que nadie piense que somos estoicos. Esto significa que reconocemos el valor del deseo, del cuerpo y de la carne. Y afirmamos que “aquí está el arte maravilloso de Dios, capaz de plasmar en el barro húmedo un dinamismo tal. Se salva la carne, y se salva por la carne del Hijo de Dios, que ha recibido poder nuevo en la Resurrección. Desde entonces, la economía de la salvación va de carne en carne, porque en ella pasa el Espíritu. Comer y copular ¿cómo entran en esta economía de salvación de la carne?

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