Familia: Identidad, Retos y Esperanza

Presentación en panel sobre Identidad Dra. Vanessa E. Gil Rodríguez de Clara 1. el hombre, origen de la sociedad La vocación personal del ser humano es alcanzar su perfección, no sólo en lo concreto de su ser sino en un ámbito más amplio: la sociedad a la que pertenece. Por ello, el fin de la sociedad es que toda persona alcance el pleno desarrollo en lo temporal y en lo eterno, sin que tal finalidad se oponga al bien común, sino que colabore en realizarlo . Un orden social justo es aquel que encuentra su fundamento en la interrelación de la persona humana y el bien común, lo que contribuye sobremanera en la consecución de la perfección a la que está llamado todo ser humano. A sensu contrario, la injusticia social se produce cuando las conductas de los individuos se oponen a la naturaleza humana y oprimen el funcionamiento de la sociedad. La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, se caracteriza por ser social, pues necesita de los demás hombres para su propia existencia y perfeccionamiento. El hombre está llamado a una constante perfección humana y sobrenatural, para lo que debe, por un lado, desarrollar los valores y virtudes que posee y, por otro, mejorar sus cualidades humanas y espirituales. Todo ello con una finalidad: ponerse al servicio de los demás. No es posible, por tanto, entender la participación social del individuo carente de reciprocidad, en la entrega y recepción de los valores que en ella se le ofrecen. Las diferencias entre los hombres confirman su carácter social, porque el hombre ha sido creado para vivir solidariamente en sociedad y alcanzar metas superiores a las individuales.

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