Familia: Identidad, Retos y Esperanza

82 actas del tercer congreso católicos y vida pública familias con parejas del mismo sexo En este apartado deseo mencionar un aspecto delicado que ha sido de interés para el Papa Francisco y que constituye un eje de amplia controversia teológica, moral y pastoral para nuestra Iglesia. Me refiero al asunto ineludible de la existencia de estructuras familiares que cuentan con la jefatura de una pareja del mismo sexo u homosexual en Puerto Rico. Como profesional de la conducta, he intervenido con personas, parejas y familias marcadas por los conflictos de rechazo y aceptación que involucran este tipo de familias ante los discursos prevalecientes en la sociedad. No suele ser fácil para estas personas el lidiar con sus experiencias personales en el área de la sexualidad individual, sus experiencias familiares y laborales. En muchas ocasiones se sienten solas y abandonadas por la mayoría de las instituciones. Actualmente, existe a nivel global una tendencia de aceptación social hacia este tipo de familias, ejemplarizado fuertemente por el estado y organizaciones no gubernamentales. Inclusive, se espera que en unos meses baje una decisión sobre el matrimonio homosexual de parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos. No hay dudas de que esta realidad representa un reto ineludible para la Iglesia. Ciertamente, esperamos que el Sínodo sobre la Familia convocado por el Papa Francisco a celebrarse durante este año 2015, ofrezca lineamientos claros sobre cómo la Iglesia abordará esta realidad. En Puerto Rico, según el Censo de 2010, se ha reducido la cantidad de familias identificadas con jefatura de parejas del mismo sexo. En el año 2000 se identificaron 6,818 familias y para el 2010 la cifra descendió a 6,614. Un aspecto importante de esta realidad es el hecho de que el 28% de estas familias actualmente se encuentra en tareas de crianza con un promedio de 2.3 hijos por pareja, superior al comparársele con el promedio en parejas casadas que asciende a 1.9 hijos. Reitero, es ineludible que la Iglesia se acerque a estas familias desde una perspectiva pastoral, de una manera evangelizadora, basada en el amor y confiando en el poder de su ejemplo, solo así existe la posibilidad de una profunda y verdadera conversión. Cito las palabras de este gran Papa de nuestra Iglesia: “ la obra de evangelización supone, en el evangelizador, un amor fraternal siempre creciente hacia aquellos que evangeliza ” (#79) (Pablo VI, 1975).