SINO SABE DAR JAQUE, NO SABRÁ DAR MATE: EL ENVÉS DE LO INEFABLE EN LA MÍSTICA TERESIANA Y TRADICIONES AFINES Luis M. Girón Negrón UNIVERSIDAD DE HARVARD En el códice escurialense de Camino de Perfección, la primera versión de este tratado concluida en 1564, santa Teresa justifica sus prolegómenos para la oración contemplativa con una extensa analogía inspirada por el ajedrez. Así comienza su exposición: Y no os parezca mucho todo esto, que voy entablando el juego, como dicen. Pedístesme os dijese el principio de oración. Yo, hijas, aunque no me llevó Dios por este principio —porque aun no le devo tener de estas virtudes—, no sé otro. Pues creed que quien no sabe concertar las piezas en el juego de ajedrez, que sabrá mal jugar; y si no sabe dar jaque, no sabrá dar mate. Ansí me havéis de reprehender porque hablo en cosa de juego no le haviendo en esta casa ni haviéndole de haver. Aquí veréis la madre que os dio Dios, que hasta esta vanidad sabía; mas dicen que es lícito algunas veces. ¡Y cuán lícito será para nosotras esta manera de jugar, y cuán presto —si mucho lo usamos— daremos mate a este Rey divino, que no se nos podrá ir de las manos ni querrá! (CP-Escorial, cap. 24.1)1 1 Madre de Dios y Steggink (1986: 297).
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