66 actas del ii congreso internacional de literatura mística desarrolla desde hace treinta años. Finalmente, el ponente ofrece una reflexión conclusiva acerca de la pregunta por Dios en relación íntima con la experiencia del lenguaje y de la convivencia. preámbulo Me propongo exponer un asunto del que, imagino, nadie más puede testimoniar. Será una mirada por la propia trayectoria académica, un desandar imaginativamente el camino hecho desde el pregrado hasta hoy, para ahora hilvanarlo como historia y cuyo hilván quiere ser, nada menos, la pregunta por Dios. Hasta donde soy capaz de hacerlo, claro. “La historia es, me lo temo, sofocantemente subjetiva” (14), como advierte C.S. Lewis en el relato de su conversión, pero es como puedo honestamente responder a la pregunta con la que fui invitado. Hasta diría que vine a hablar de mi alma, si esta palabra no me suscitara un sonrojo de tan manoseada y desprestigiada que está; de eso intransferiblemente propio, de la morada, de mi castillo interior, de aquello inalienable y donde cada quien puede verificar la condición única de persona que es1. Debiera decir, entonces, que al aceptar escucharme quedan ustedes invitados a mi casa… Pero ocurre que soy yo el visitante y esta, esta sala, esta universidad, es vuestra casa, abierta en generosa acogida. Solo que mi casa será recorrida aquí, en la vuestra, y conforme caminemos, esta sala, esta Universidad, acabarán por ser, lo presiento, también mi casa. Bienvenidos. el asunto Cuando tuve que hacer una opción académica, me decidí por estudiar la carrera Sociología. No sabía aún en qué ni dónde querría trabajar profesionalmente. Solo tenía la pretensión de formarme, según mi léxico de entonces, para interpretar los signos de los tiempos. 1 Tal como lo ponen de manifiesto Anselm Grün y Wunibald Müller al conversar e intentar responder la pregunta “¿qué es el alma?”. Los autores estampan una conversación que, en su frescura, recuerda y atrae una consoladora variedad de fuentes propiamente sapienciales: filosóficas, teológicas, artísticas, y hasta una meditación sobre las experiencias pastorales, clericales, profesionales, de ambos.
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