Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

Presentación en panel sobre Participación: La participación democrática según la doctrina social de la Iglesia: una valoración 1 Lcdo. José A. Frontera Agenjo decano de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico El magisterio social de la Iglesia, propiamente identificado como tal, inicia con la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII en 1891. En ella el Santo Padre, enfrentado con las nuevas realidades sociales, particularmente en el mundo del trabajo, generadas por la revolución industrial y por las voces críticas al sistema de mercado capitalista, se ve obligado a alzar la voz de la Iglesia a favor de los obreros y en defensa de la dignidad y de la libertad humana ante las ideologías en conflicto. Todo ello desde el marco de la antropología cristiana, sustentada en la verdad del hombre que es hijo e imagen visible de Dios. Esta encíclica marcó un hito tal en la historia del magisterio que se le han dedicado tres documentos pontificios posteriores para ahondar en su significado y en la actualización de su mensaje. 2 Lo mismo ocurrió luego con Populorum progressio , de Pablo VI en 1967, sobre la que reflexiona Benedicto XVI en Caritas in Veritate , de 2009. San Juan Pablo II nos recuerda que: 1 Para establecer los fundamentos valorativos de la doctrina social de la Iglesia sobre el elemento de la participación democrática tendremos de base los siguientes documentos fundamentalmente: Centesimus Annus de S. Juan Pablo II en 1991, Carias in Veritate de Benedicto XVI, Evangelii Gaudium y Laudato Si del Papa FRancisco, asi como al Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. 2 Pio XI, Cuadragesimo Anno, de 1931, B. Pablo VI, Octogesima odveniens, 1971 y S. Juan Pablo II Centesimus annus , 1991

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