Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

123 democracia: transparencia, participación y bien común según la clásica visión de Jacques Maritain. El concepto de bien común, común al todo, y a todos y cada uno, es decir, no fundado en mayorías o minorías coyunturales, por definición efímeras, sino en la convicción de que es posible estar “con todos, y a tiempo”, como decía el poema de León Felipe, explica la pasión por la condición humana del cristianismo. Porque, como aclaraba François Mauriac, no es que “únicamente” a través de la comunión con nuestros hermanos podamos establecer una vinculación genuina con Dios. Es que tenemos que “atravesar” al hombre para llegar a Dios, en expresión muy plástica del escritor de Burdeos 16 . Llegar a Dios, y llegar a través de la entrega incondicional a cada ser humano concreto. Eso es el bien común. Y esa es, también, la matriz de la solidaridad. La sociedad solidaria se distingue porque apoya a todas las personas que crean, inventan, y aportan. En definitiva: a todas las personas que dan. Es decir: la sociedad solidaria respalda la vida, la familia, la empresa, las asociaciones y las comunidades. En una sociedad solidaria, los niños, los jóvenes, los mayores y los ancianos son prioritarios. Y, por lo tanto, prioritarias son la educación y la sanidad. En una sociedad solidaria, se preserva la Creación de Dios. ¿La sociedad solidaria tiene enemigos? Obviamente, los aspirantes a tribunos de la plebe europeos, se llamen Marine Le Pen o Pablo Iglesias, se cuentan entre los primeros. Su propuesta parapolítica se fundamenta sobre la fractura generacional, ladivisión social, enel caso español también en la secesión territorial y, siempre, la confrontación, el ciudadano contra el ciudadano, el hermano contra el hermano, y la manipulación: de la historia, de los sentimientos, y de las creencias. Ha transcurrido casi exactamente un siglo desde las revoluciones rusas de febrero y octubre de 1917, pero la estrategia leninista sigue siendo, ochenta millones de muertos después en todo el mundo, la misma: cuanto peor, mejor. En el período de Entreguerras del siglo XX, la respuesta democrática al totalitarismo no entendió que un argumento decisivo para combatir eficazmente a la tiranía era la potencia de una lógica creadora decisivamente inspirada por el cristianismo. Que los verdaderos e 16 MAURIAC, F.: De Pascal a Graham Greene. Buenos Aires. 1955, p. 27.

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