Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

141 democracia: transparencia, participación y bien común autoridades. 4 la solidaridad El hombre es un ser social por naturaleza, para los demás y que necesita de los demás, porque sólo así el ser humano puede realizarse con plenitud. Por ello, la descripción del hombre como homo homini lupus , propia de la insolidaridad antropocéntrica, fue sustituida entre nosotros por la evangélica concepción del homo homini frater . Esta idea de solidaridad debe partir de la igualdad radical de la dignidad de todos los seres humanos, que obliga a la práctica de una cohesión social firme y creadora de convivencia entre personas. De la misma forma, la solidaridad nos recuerda que el hombre está ligado indisolublemente al destino común de salvación de todos. 5 el bien común El bien común también es un principio permanente de la Doctrina Social de la Iglesia, que abarca al conjunto de aquellas condiciones de la vida social con las que los hombres, las familias y las asociaciones, pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección. Es decir que el bien común se constituye por aquellas condiciones externas que son necesarias al conjunto de los ciudadanos para el desarrollo de sus cualidades, de sus oficios y de su vida material intelectual y religiosa. Tanto los dirigentes como por los dirigidos deben asumir este principio. Los dirigentes a través de la búsqueda del bien entero del grupo social, y no el exclusivo o predominante de su persona, entorno, o partido; y los dirigidos, contribuyendo con su esfuerzo al logro de los fines sociales. 6 4 A este respecto José Luis GUTIÉRREZ GARCÍA, distingue cuatro principios originarios o de primer grado de la Doctrina Social de la Iglesia, que son el principio teológico,, el cristológico, el antropológico y el del ordo naturæ ; y seis principios generales o derivados, como son el de solidaridad, como expresión de la fraternidad humana; el de convergencia o de colaboración de todos en el bien común; el de subsidiariedad, que afecta directa y permanentemente a la autoridad social; el de participación, propia de los gobernados; el de la concepción orgánica de la vida social y el de la justicia social. (GUTIÉRREZ GARCÍA, José Luis, Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia, Barcelona, 2001, págs. 43-53). 5 Ídem, págs. 55-61. 6 Ídem, págs. 63-69.

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