Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

42 actas del cuarto congreso católicos y vida pública científica, del periodismo, del sindicalismo, de la creación artística, de la política, etc. Todavía prevalece a menudo la actitud eclesiástica de tomar distancia de los católicos comprometidos en la vida política por el temor de no confundir la libertad de la Iglesia respecto de las opciones que ellos asumen. Es poco frecuente que los Pastores convoquen a políticos, a empresarios, a sindicalistas, y podríamos enumerar aún en otros ámbitos de la vida pública, por una parte, para conocerlos, escucharlos, consultarlos, valorizar su testimonio y competencia, “utilizarlos” (en el mejor de los sentidos) y, por otra, para confirmarlos y alimentarlos en la fe, para reunirlos en tiempos de oración y retiro espiritual, para compartir con ellos las enseñanzas de la Iglesia, para afrontar desde una profunda inteligencia cristiana problemas concretos y cruciales que se plantean en la actualidad. A veces se han creado capellanías para acompañar a los católicos en los distintos ámbitos de la vida pública. Faltan, por lo general, lugares y tiempos eclesiales que sean aptos y fecundos para esa compañía cristiana, esa alimentación de la fe, ese enriquecimientoenlacomuniónymisión. Laparticipaciónenlacomunidad parroquial, y especialmente en la misa dominical, es muy importante, pero muchas veces no es suficiente como respuesta a las necesidades que advierten los católicos comprometidos y absorbidos en los diversos campos de acción y debate en la vida pública. Los movimientos eclesiales resultan, por lo general, compañías y lugares educativos más adecuados, en cuanto comunidades vivas que abrazan más concretamente la vida de las personas en sus diversas dimensiones a la luz de la razonabilidad de la fe. En algunos lugares se ha emprendido la creación de escuelas de formación política de los cristianos, pero no parece ser una iniciativa muy congruente con la misión de la Iglesia, y además sus resultados se revelan bastante estériles o al menos escasos. En otros se han creado capellanías para políticos. Es obvio que a este nivel cabría esperar una contribución mucho más sistemática, interdisciplinaria e incisiva por parte de las instituciones católicas de enseñanza y especialmente de las Universidades católicas. tensión a la unidad En fin, tiene que prevalecer una tensión hacia la unidad entre los católicos que operan en los diversos ámbitos de las democracias. Es muy

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