Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común
44 actas del cuarto congreso católicos y vida pública católico y quienes caen en pluralismos disgregantes caracterizados por el relativismo cultural y moral. Es claro que la doctrina social de la Iglesia no ha pretendido nunca transformarse y traducirse en una ingeniería social pre-fabricada y dispuesta al uso, con la pretensión de formular “soluciones concretas, y menos soluciones únicas, para cuestiones temporales que Dios ha dejado al juicio libre y responsable de cada uno” 30 Por otra parte, hay puntos irrenunciables para el compromiso de los católicos en la vida pública. No es que los católicos puedan asumir cualquier tipo de opción, pues las hay que contradicen la fe que profesan. No todas las concepciones de la vida tienen igual valor. “Una concepción relativista del pluralismo no tiene nada que ver con la legítima libertad de los ciudadanos católicos de elegir, entre las opiniones políticas compatibles con la fe y la ley moral natural, aquella que, según el propio criterio, se conforma mejor a las exigencias del bien común” 31 . Los católicos tienen que saber aceptar los puntos firmes y las posiciones comunes que tienen que compartir ante cuestiones sociales que ponen en juego opciones éticas fundamentales, o ante momentos en que lo requiere el bien supremo de la nación, o ante coyunturas de vida eclesial que impongan una indicación prudencial que sea unitaria. Saben también discernir y reconocer que una misma fe puede conducir a compromisos y opciones diversas 32 ante una diversidad de circunstancias y una pluralidad de interpretaciones y caminos para la búsqueda del bien humano y social. La importancia primordial de esa experiencia de comunión se traduce, en fin, en el encuentro, en sede eclesial de católicos quehanasumidouna pluralidadde opciones legítimas, que no se “excomulgan” recíprocamente sino que saben interrogarse conjuntamente, a la luz de la verdad y la caridad, lo que pueda responder mejor al plan de Dios y, por eso, al servicio de los hombres y los pueblos. sin pretensión de hegemonías Los cristianos participan, junto con todos los demás ciudadanos, en la vida democrática; están todos llamados a empeñarse en el intento continuo de búsqueda del bien común. No han de encerrarse en 30 Congregación para la Doctrina de la Fe, Notas… , ob. cit. 31 Ibid. 32 cfr. S.S. Pablo VI, Carta apostólica Octogesima Adveniens, Vaticano, 1971, n. 50.
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