Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

117 yo soy cristiano: identidad, misión y testimonio La creación de los pueblos-hospitales es consistente y fina aplicación de la Doctrina Social Cristiana: en ellos se acogía a los pobres y los enfermos, se les integraba en la participación y el trabajo social; las personas aprendían a vivir en familia, valorando a la mujer, cuidando la relación entre el varón y la mujer, evitando que el varón tuviera varias mujeres. Las familias aprendían a convivir con otras familias; con solidaridad y subsidiaridad, todos aprendían y colaboraban en artes y oficios, en trabajos de agricultura y ganadería, en espíritu ecológico y en ejercicio del bien común, con sentido de trascendencia. Se conseguía así la convivencia humana, la reconciliación y la paz, en suma, el desarrollo integral, pues la convivencia humana, el trabajo y la oración se armonizaban en la vida diaria y en los grandes acontecimientos civiles y religiosos a lo largo del año. información en derecho Para dar a conocer a la Corona la situación en que vivían los indígenas, redactó su Información en Derecho, donde no solo daba cuenta de lo que ocurría, sino que proponía medidas de cómo atender y solucionar los problemas que enfrentaban los naturales:c de Quiroga se encontró con una situación desastrosa: se negaba la dignidad de persona a los indios tanto por razones culturales, religiosas como económicas, argumentando sobre todo para hacerlos esclavos. Lo primero que buscó Don Vasco fue exigir su reconocimiento como personas, escucharlos y tratarlos como iguales. Incluso “aprender de ellos”. Los encomenderos insistían que los naturales eran seres inferiores incluso no humanos. Vasco de Quiroga los llevó a Europa para demostrar que eran personas humanas racionales e inteligentes como los europeos. ¿Quizás se preguntaba cómo hacer comprender el valor de las personas cuando interesa más la ganancia? “Redimidos por la misma sangre que nosotros” “Porque ser tenidos estos miserables en algo y hacerles caso dellos, como de hombres humanos y dóciles y redimidos por la misma sangre que nosotros, parece que repugna a los propios