Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

16 actas del quinto congreso católicos y vida pública y voy a intentar defender que los periódicos tradicionales, que no son tradicionales en su sentido lato de la expresión, pues se están innovando constantemente, deben seguir existiendo y que hay razones para ello. El primero es que, antes de iniciar una defensa de la prensa, diré que, por supuesto, no ignoro su crisis, que se resume en 3 grandes problemas. Los diarios tradicionales están acusando una caída importante en la venta de ejemplares impresos. En segundo lugar, disminuye el negociopublicitario: cada vez se incluye menos publicidad en la prensa clásica. Y en tercer lugar, hay dudas sobre cuál debe ser el correcto modelo de negocio y oferta informativa en internet: que al día de hoy el contenedor Google, Facebook y otras marcas y protagonistas, están ganando más dinero con los contenidos que quienes proveemos esos propios contenidos. ¿Cuál es el origen de la crisis? En esencia no se ha resuelto todavía el problema primigenio que es que la información en este mundo es totalmente gratis. Cuando apareció internet comenzamos a regalar nuestra información; comenzamos a regalar nuestro trabajo, en un ejercicio letal de autocompetencia, que ha ido curiosamente en contra de los que nos dedicamos al periodismo. El mundo es mucho mejor desde que existen los periódicos. El periódico no ha existido siempre, realmente solo ha acompañado a la humanidad en un período muy corto de su existencia. Sus embriones datan del siglo XVII, con ediciones esporádicas y endebles, y comienzan a afianzarse en el XVIII, por ejemplo con la Gaceta de París o el Daily Current que es el primer diario que comenzó a editarse en 1702 y continuó durante 3 décadas. En el siglo XIX ya son vitales y en el debate público son fundamentales. En el XX alcanzan su esplendor y no se entiende una sociedad libre ni democrática sin periódicos diarios. Con la llegada del periódico El Mundo se convirtió, sin duda, en un lugar mejor. El periódico trajo pensamiento, el periódico trajo contraste de ideas, el periódico supuso entonces un control a los abusos del poder y todavía hablamos de la elección de Zola en el diario La Aurora de París. Aquella carta al presidente de la República en la portada del ejemplar del 13 de enero de 1898 destapó todas las miserias antisemitas del caso Dreidford. Agotaría mi tiempo si enumerase tantas citas de la prensa libre a lo largo de los años y que debemos, como digo, la calidad democrática gracias a esa prensa libre. El periódico ha sido y es semilla de libertad. Por eso el primer reflejo de los regímenes autoritarios es siempre cortarlos, cerrarlos o

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