Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?
Confesiones de un perplejo instalado en las periferias Dr. José Francisco Serrano Oceja profesor titular acreditado de Periodismo Universidad San Pablo-CEU, España Tengo que aclarar que el género confesión es uno que nace en la misma entraña de la sinceridad de la vivencia de la fe. No hace falta que cite a quien puso la primera piedra: san Agustín. Y que en este caso, la perplejidad se trata de la forma de mirar el mundo desde la atalaya de las periferias. Para entender de qué hablo cuando hablo de las periferias, recomendaría el libro de Andrea Riccardi, recientemente aparecido en España, titulado Periferias (ed. San Pablo). Perplejo, por cierto, según nuestro diccionario normativo es quien está “dudoso, incierto, irresoluto y confuso”. Voy a compartir una serie de perplejidades que son dudas, incertidumbres que la realidad social me genera. Y lo voy a hacer en clave de sorpresa, no de sospecha. Lo propio del cristiano es la sorpresa, la novedad que genera la sorpresa de la gracia, no la sospecha. El papa Francisco ha puesto a la Iglesia en posición de salida, y nos ha colocado en el contexto y en la mentalidad de las periferias. Se acabó, por tanto, el tiempo de recreo. Salir a las periferias es algo más que una idea persuasiva de éxito; es una pedagogía que el papa va definiendo cada día con su palabra y con sus gestos. Ha introducido, en la Iglesia actual, más que conceptos, un estilo, una forma de enseñarnos a mirar, a entender, a amar. No olvidemos que poder y autoridad fluyen del centro a la periferia. ¿Y si le damos la vuelta? Por cierto. Para entender al papa Francisco, como ha dicho
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