Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

24 actas del quinto congreso católicos y vida pública recientemente Julián Carrón, en una entrevista en la revista cultural Jot Down , hay que entender el reto en el que estamos inmersos. Si no entendemos el reto, no entendemos al papa. “El papa –ha dicho- ha significado y significa un revulsivo. En una realidad de las dimensiones de la nuestra, no todos han reaccionado con la misma inmediatez, como lo vemos en la vida de la Iglesia. Nosotros no somos distintos. Todo depende un poco, en mi opinión, de lo que decíamos al principio: si entendemos cuál es la naturaleza del desafío. Al papa Francisco solo se le puede entender si se entiende cuál es la naturaleza del reto ante el que estamos. Si no entendemos este desafío, pensamos que es una cuestión de acento, de que el papa es latinoamericano, y nos quedamos en lo superficial”. Andrea Riccardi es hoy uno de los más fieles intérpretes del pensamiento y de la teología del papa Francisco, aunque el papa no necesite de muchos exégetas dado que se le entiende con suma claridad. Sin embargo, es bueno que personas de diversas procedencias nos ayuden a articular la novedad que representa este pontificado. No debemos olvidar que el entonces arzobispo de Buenos Aires dijo, en las reuniones previas al cónclave de 2013: “La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir a las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria”. El papa Francisco no cree en la hegemonía social de la Iglesia, -inviable ahora, por otra parte-, sino en la fascinación de la bondad y del amor. Una Iglesia minoría obstinada en la defensa de los valores no negociables puede perder su fuerza de atracción. Recordemos que a los obispos norteamericanos el papa les dijo que “El lenguaje duro y belicoso de la división no es propio del pastor, no tiene derecho de ciudadanía en su corazón”. De ahí que las periferias se conviertan ahora, ante la profanidad de los retos en los que estamos inmersos, en razón y método, en método y razón, de la Iglesia en misión, de la Iglesia en salida, de la geopolítica vaticana, de la geopolítica teológica. Hoy debemos reflexionar, de nuevo, sobre la tercera Iglesia que llama a las puertas, de Walter Bühlmann; o de la tercera Iglesia de Philip Jenkins, el cristianismo profundamente asociado a la pobreza; sobre la historia del senador francés Corbon, o la del cardenal Emmanuel Suhard, o del párroco italiano Primo Mazzolari, o las de Madeleine Delbrêl,

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