Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

34 actas del quinto congreso católicos y vida pública fidelidad a la doctrina y custodiar esta doctrina”. Así, “humildad y fidelidad” van juntas. Y añadió: “También Pablo VI nos recordaba que nosotros recibimos el mensaje del Evangelio como un don. Y debemos transmitirlo como un don. Pero no como algo nuestro. Es un don recibido que damos”. Hablar de la soledad es hablar de la compañía del Verbo. Y de eso se trata, de las mediaciones de la compañía de Jesús en su Iglesia, la Palabra, el Espíritu Santo, la Eucaristía, el apostolado, y de la Iglesia, partícipe de la fascinación de Jesús. La soledad, entendida en el presente, es una posibilidad y una amenaza para el hombre, una necesidad y una tentación. Una cierta soledad es condición necesaria para encontrarnos con nosotros mismos y para objetivar nuestras relaciones con el mundo vida. No conoce la soledad quien está sobre el hombre –Dios–, ni quien está bajo él –los animales–. Pero cuando hablamos de soledad no estamos hablando solo de soledad. Estamos hablando de libertad, dado que la soledad es el quicio también de la libertad, del encuentro con Dios. No debemos olvidar lo que decía el filósofo Whitehead: “Religión es lo que un individuo hace con su soledad… La religión es, por consiguiente, soledad. Y si usted no está nunca en soledad, no será nunca religioso”. La grandeza y originalidad de la cristología contemporánea está en haber pasado, de un mero positivismo y de un voluntarismo que apela al poder de Dios, a explicar los fundamentos de posibilidad y las consecuencias de un Dios que se ha hecho hombre como consumación de lo humano. De ahí que el cristianismo nazca de una convicción: los hombres no estamos solos en el mundo, los mortales hemos sido creados para la vida. Toda reflexión sobre la soledad es una reflexión sobre la compañía. De ahí que la literatura sobre la soledad sea una apuesta por la conciencia sobre el Dios que es compañía, que es camino y está en el camino, sobre el Emáus de la vida. Jesucristo se ha hecho solidario en el camino. La Iglesia, que es una realidad sorprendente, es siempre un amor a la verdad que anima, purifica y santifica, que acompaña, sana y cura las heridas. 5. ¿qué significa: “no te olvides de los pobres”? El papa Francisco es el papa de la “imaginación de la caridad”, un

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