Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

44 actas del quinto congreso católicos y vida pública porque la aportación de la fe al acervo educativo de una sociedad democrática y abierta es un bien en sí mismo, siempre que se articule como un auténtico servicio, puesto que la educación ya no está tutelada por la Iglesia como sí lo estuvo durante siglos, sino que hoy la educación disfruta de la autonomía de las cosas terrenas de las que habla el Vaticano II. Somos miles los creyentes comprometidos con la educación estatal o en centros católicos como profesores de distintas materias, o como profesores de religión, o bien como administrativos o directivos. Hablar de educación católica es hablar de todo este abanico de posibilidades y hemos de sentirnos parte activa de este colectivo que trabaja por la comunicación entre experiencia cristiana y educación. En nuestros días, la educación y la escuela católica se encuentran ante grandes desafíos lanzados por los nuevos contextos socioculturales, y políticos. Estamos inmersos en una crisis de valores que lo impregna todo y que asume la forma de subjetivismo, relativismo moral y nihilismo. Benedicto XVI definió muy acertadamente nuestra época como un nuevo totalitarismo: “la dictadura del relativismo” que solamente reconoce el propio ego y sus deseos. Esta ideología ha penetrado todas las capas de la sociedad, se inmiscuye dentro de la Iglesia, de la familia y, por supuesto, dentro de la universidad. Vengo de una pequeña y jovenuniversidad católica, laUniversidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila, que asienta en una vieja ciudad, patrimonio de la humanidad y patrimonio espiritual, cuna de dos grandes santos y místicos españoles: santa Teresa y san Juan de la Cruz. Desde que tomé posesión como rectora, una de nuestras mayores preocupaciones y ocupaciones ha sido y es trabajar porque la universidad católica sea fiel a su identidad y misión en la Iglesia y en la sociedad. Muestra de esto es que en agosto de 2011, en los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, celebramos en nuestra Universidad de Ávila, un Congreso Mundial de Universidades Católicas en el que abordamos esta cuestión.

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