Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?
65 yo soy cristiano: identidad, misión y testimonio con los jóvenes, a quienes sabe comprender. Una maestría a la que ciertamente no es ajena su experiencia de muchos años como profesor universitario. Y su juicio sobre la juventud es esencialmente constructivo. Dice: “Es indispensable ayudar a los jóvenes a valorar los recursos que llevan dentro de sí como dinamismo y deseo positivo; ponerlos en contacto con propuestas llenas de humanidad y de valores evangélicos; impulsarlos a insertarse en la sociedad como parte activa a través del trabajo, la participación y el compromiso en favor del bien común” Y añade: “en la juventud hay un deseo, una búsqueda también de Dios. Los jóvenes quieren ver si Dios existe y qué les dice. Por tanto, tienen cierta disponibilidad, a pesar de todas las dificultades de hoy. También tienen entusiasmo”. Y nos decía en el inolvidable encuentro del Escorial: “¿Dónde encontrarán los jóvenes esos puntos de referencia en una sociedad quebradiza e inestable? A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la universidad, y que la vivís ahora como docentes, sentís sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre. Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano” 28 . La universidad no es una fábrica de titulados, no ha de regirse solo por criterios de eficiencia y rendimiento económico, por muy necesarios que estos sean. Quienes en ella enseñan no son funcionarios, sino profesores, es decir, aquellos que han hecho 28 Encuentro con los jóvenes profesores universitarios. Discurso del Santo Padre Benedicto XVI. Basílica de San Lorenzo de El Escorial, (España). 19 de agosto de 2011.
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