Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

95 yo soy cristiano: identidad, misión y testimonio I would leave you , Lanzarote recorría las mismas estaciones del año de Las tres hermanas para explicar por qué no abandonaría nunca a Ginebra. Y pensaba que las estaciones desaparecen para el hombre que ama y se instala en la vocación. Ted Kennedy, por cierto, perdió la nominación, aunque en la Convención demócrata de Nueva York recordó al final de su inolvidable discurso que el final de una ambición como la suya daba paso a un mundo que seguía girando, una causa que perduraba, una esperanza que todavía vivía, y un sueño que nunca moriría. Pero no hay posibilidad de ser feliz en el silencio. En Camelot , la reina Ginebra le cantaba a Lanzarote I loved you once in silence , para añadir: “but misery was all I knew” 11 . Los cristianos no estamos pensados desde el principiode los tiemposyhastael final de los tiemposparaamar ensilencio. Los cristianos hemos venido para ser incómodos. Para ser, como decía François Mauriac en su maravillosa elegía funeraria a su querido amigo Emmanuel Mounier, “dulcemente intratables”. Un líder de inspiración cristiana se reconoce en esa incomodidad, igual que el buen profesor genera dolores de cabeza en sus alumnos. Ese líder ha decidido optar por la autenticidad a partir del sacrificio y del sentido del deber. Porque creer en Dios equivale a creer en el deber propio. Ha elegido la transparencia y la coherencia, y es activo frente a la falsedad y la impostura. Un líder cristiano ha sido formado, y formará, para no convivir con el cinismo, es decir, con la pobreza espiritual y la mediocridad. Nuestra misión, como decía Emmanuel Mounier, es salir “a dominar la historia en vez de sermonearla”. Salir a sumar con inteligencia, pero también con ardor, con genuina pasión. Sin vacilación y sin timidez, no digamos, sinmiedo. Ganar la historia y ganar la Salvación. Y reconocernos para siempre en el Rostro de Jesús. En la mirada de Jesucristo en los frescos de Masaccio en la Capilla Brancacci de Santa María del Carmine de Florencia. En La entrega del tributo . En el sencillo, el decidido, el lúcido, el sólido, el dulce Rostro de Jesús. Entender por qué decía Edith Stein “me mantengo siempre al borde de la nada y debo recibir el Ser en cada instante”. Entender que el mundo no se pierde, sino que se salva, y a cada momento. Hay quien sostiene que Dios no necesita ya a los hombres de letras. 11 LERNER, A. J.; LOEWE, F.: Camelot. Libretto. London. 1988, p. 66.

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