Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

106 Dios” (Col. 3, 22). “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo” (Efesios 6, 5-8). “No ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuanto más para ti, tanto en la carne como en el Señor” (Filemón 1, 16). La Biblia, sabemos, nos muestra otros y tantos pasajes sobre la esclavitud. Pero, ¿en qué medida el hombre dentro de su amplia discreción y libre albedrío distorsionó la condición de la esclavitud? ¿Cuánto influyó en el hombre el deseo de riquezas, de conquista, de explotación, de orgullo? Creemos que tuvo una gran influencia, un gran impacto. Ejemplo de esto ha sido la experiencia conquistadora de España de sus territorios de ultramar. Fue la nación española quien nos conquistó y colonizó. Fue esta misma nación la que nos evangelizó. Y es la misma nación, que en su afán de explotación económica, desarrolló toda una empresa esclavista en la cual toda la sociedad de la época y sus instituciones se involucraron. Pero hay que destacar que casi más de medio siglo antes de que esto ocurriera, es decir, al inicio de la gesta colombina en América, el papa Eugenio IV (1435) asumió una actitud de crítica a los españoles que colonizaron y explotaron a los habitantes de las Islas Canarias 3 . Las antiguas monarquías europeas desarrollaron una sistemática empresa mercantilista, utilizando para ello toda herramienta disponible. Desde la evangelización de los infieles (indios, negros) y la posterior esclavitud, evangelizar a los no creyentes iba más lejos que el mero hecho de conocer a Cristo. Se esperaba de estos nuevos creyentes sumisión, obediencia y aceptación. Esta práctica de tipo eclesiástico aceleró la relación entre la iglesia y el estado. Como nos señala el Prof. Fernando Mires al respecto: En verdad, la iglesia y el Estado no pueden ser considerados como entidades absolutamente distintas, si no como convivientes en un mismo contexto social- económico. La propia sumisión de la iglesia respecto del Estado no podrá ser entendida si no se tiene en cuenta que ella es parte constitutiva de la sociedad española, y que allí juega un papel decisivo en la economía, la ideología, y la política. De modo que cuando la iglesia se subordina al Estado lo hace ante su Estado, en su Sociedad. Porque en esos tiempos, la iglesia era más que la propia institución que la confirma. El catolicismo es allí también el universo discursivo del Estado, por ello el clero penetra en todos los rincones de la sociedad adquiriendo gran autoridad, pero sobre todo, fuerza económica 4 . Los movimientos del capital europeo, en gran medida, dictaminarán la magnitud de la explotación esclavista de América. El odioso “Triángulo 3 Joel Power - “The Pope and Slavery”. 1996. 4 Ferando Mires - Ën Nombre de la Cruz”. Libros de la ARAUCARIA, S.A. 2006, Argentina pág. 162. Prof. Miguel Virella Espinosa

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