Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

117 el seminario, pero en la sede vacante el provisor Andrade refirió al cabildo de la catedral el asunto de la instalación de los laboratorios, y los canónigos se opusieron tenazmente a que los seminaristas estudiaranmaterias innecesarias y distrayentes. El 8 de septiembre de 1839, escribía Vázquez al padre Rufo: “... la instrucción de la juventud de esta Isla, tiene una especie de maldición, que por todos lados le presenta obstáculos formidables que la confunden y destruyen, aunque por otro lado se presenten espíritus generosos que hagan sacrificios en su favor”. El padre Rufo sólo pudo enseñar las ciencias a los pensionistas del seminario hasta 1843, cuando finalmente se trasladó al seminario el gabinete de Física y Química que Rufo había instalado en una casa alquilada, Pero ya Ángel de la Concepción Vázquez había muerto. (Figueroa, Ensayo Biográfico , 51-56; Luis F. Méndez La primera generación científica puertorriqueña : El Padre Rufo y sus grandes discípulos , Tesis de Maestría, UPR, Río Piedras, 1981, pp. 77, 78 79 y 83). conclusión En las vidas de estos cinco franciscanos activos en Puerto Rico a principios del siglo 19 vemos no sólo los efectos de las corrientes revolucionarias del momento, sino también la variedad de respuestas a las urgencias suscitadas. Desde Bonilla, quien reta al sistema confrontacionalmente, hasta Ángel de la Encarnación Vázquez, que opta por servir del mejor modo posible a la Iglesia asumiendo la dirección del Seminario Conciliar existe una gama de actitudes y de decisiones. Impacto de las Revoluciones en los Franciscanos...

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