Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

150 merezca, creo que en el elogio debe entrar la discreción; pero temo que su bondadoso corazón y quizá su poca malicia de las maldades de este mundo no le preparen otros más serios desengaños. Por otra parte tal vez no esté el P.º Pieretti exento, como todo hijo de Dios, entre los que no ha de hallarse ninguno perfecto, de alguna debilidad de carácter que le comprometa. 30 Escuchemos la versión del padre Pieretti en una carta que le enviara a su amigo y paisano Renucci. En las cartas de agosto y diciembre de 1870, escritas desde Yauco, Pieretti se desahoga con su amigo, quien por estar en Córcega no estaba al tanto de la situación. He sido una de mucha víctimas del más desenfrenado despotismo, así lo han reconocido los hombres más serios y sensatos del país [...] el brazo secular se inmiscuyó en el terreno que le está vedado conculcándolo todo soldadescamente: entonces tal persecución fue mirada con horror por los hombres cristianos, que tejen una corona al Sacerdote que es mártir de tamaños desafueros. 31 El liberalismo se estaba dejando sentir en Puerto Rico. Eran tiempos en que Dios se sustituía por la razón, y el clero criollo se percibía como potencialmente peligroso. La Abolición de la Esclavitud, a su vez, conllevó la preocupación de algunas personas. El 1 de julio de 1873 se inauguró en Yauco, por iniciativa del Alcalde don Joaquín Balaguer, del cura párroco don José Antonio Pieretti y del profesor don Emiliano Díaz, una Escuela para libertos . El material escolar lo costeaba de su peculio el Alcalde Balaguer y de la enseñanza estaban encargados don Emiliano Díaz y los RR. PP. Pieretti, don José María Nazario y don Juan Brignony. 32 Entre las obligaciones del Padre Pieretti, dada la fusión de Iglesia y Estado, estaba el pertenecer a la Junta de Instrucción local. En el año 1885 la Junta de Instrucción de Yauco la componían el presidente, don Jaime Cátala, el presbítero don José A. Pieretti y los vocales Jaime Lluch, Agapito Solís, el doctor Manuel Pasarell, Gustavo Nin y Eugenio Rodríguez. 33 Durante los funestos compontes de 1887 los temores del amigo José Marcial Quiñones cobraron vida. El padre Pieretti figuró entre los apresados en Yauco. 34 Usando el lenguaje de la época “fue reducido a prisión” por varias horas. El arresto se efectuó luego de una declaración del vecino Francisco Maymí, en la 30 Ibid ., p. 153. 31 Reverendo José Antonio Pieretti, carta al Reverendo Ángel Francisco Renucci, 18 de agosto de 1870., Archivo de la Memoria Corsa en Puerto Rico (AMCPR), Universidad de Puerto Rico, según citado por Mary Frances Gallart,, loc. cit ,, p. 236. 32 Lidio Cruz Monclova (1979). Historia de Puerto Rico (Siglo XIX) . Tomo II. Primera Parte (1868-1874), p. 273, nota 17. 33 CATALÁ, Leonor M (1960). “Desarrollo de la instrucción”. Álbum histórico de Yauco (Puerto Rico), p. 126. 34 Lidio Cruz Monclova (1979). Historia de Puerto Rico (Siglo XIX) . Tomo III. Primera Parte (1885-1898), Río Piedras: Editorial Universitaria, p. 150, nota 3. Dr. Otto Sievens Irizarry

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