Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868
181 Paulinas, 1994- sólo se menciona su obra impresa en 1799 con el título de Il trionfo Della Santa Sede e Della Chiesa contre gli assalti dei novatori , donde expone un extremo papalismo al que permaneció inmutablemente fiel hasta su muerte. Reprimió despiadadamente en los Estados pontificios los movimientos tendentes a la Unitá italiana y no es preciso insistir en el inmovilismo con acentos de tragedia que refleja la encíclica Mirari vos del 15 de agosto de 1832, dirigida a la condena del abate Félicité de Lamennais y las ideas del círculo de L’Avenir , donde llama a la libertad de conciencia “pestilentísimo error” 15 . Ni siquiera en la bibliografía se dice una palabra sobre la importancia de la carta apostólica In Supremo Apostolatus , orientada a sacudir las conciencias narcotizadas de los tratantes del tráfico atlántico y los esclavistas americanos. Se transcribe a continuación el párrafo nuclear del documento: …el comercio de negros, aun cuando aminorado en parte, es ejercido todavía por muchos cristianos. Por lo cual Nos, anhelando vivamente apartar de toda tierra de cristianos un mal de tanta enormidad, y examinando el asunto con toda madurez, después de haber llamado a consulta a nuestros venerables hermanos los cardenales de la Santa Iglesia Romana, siguiendo las huellas de nuestros predecesores, advertimos con apostólica autoridad a todos los fieles cristianos de cualquier condición y les amonestamos gravemente que nadie se atreva de aquí en adelante a maltratar o despojar de sus bienes, o someter a esclavitud, o prestar favor y ayuda a otros que tal hagan, o ejercer ese inhumano comercio en que los negros, como si no fueran hombres, sino pura y simplemente bestias, sometidos en todo caso a esclavitud, se compran, se venden y se los dedica con frecuencia a trabajos pesados y extenuadores sin distinción alguna y contra todo derecho de justicia y de humanidad, y, además, antepuesta igualmente la razón de lucro, mediante el comercio, los primeros ocupantes de los negros fomentan en sus territorios disensiones y en cierto modo guerra perpetua. Así, pues, Nos reprobamos con apostólica autoridad todo lo antedicho como absolutamente indigno del nombre cristiano, y con la misma autoridad prohibimos estrictamente y mandamos que ningún eclesiástico o laico defienda como lícito, bajo cualquier pretexto o color, ese comercio de los negros, o predique algo contra lo que aconsejamos en esta carta, o presuma enseñarlo, como quiera que fuere, en público o en privado… 16 Para los que piensan que la Carta Apostólica In Supremo quedó como testimonio sin consecuencias ulteriores del ánimo compasivo del Papa hacia las víctimas de la trata, lo que se relata a continuación le convencerá de lo contrario. Preparaba a aquellas alturas la emancipación de los esclavos de la Guayana francesa la Beata Anne María Javouhey, fundadora de la Congregación de St. Joseph de Cluny y padecía la férrea oposición del obispo de Autun Mons. Bènigne 15 Il Grande Libro dei Papi. A cura di Martyn Greschat-Elio Guerriero Volume secondo. De Leone X a Giovanni Paolo II. San Paolo. Terza edizione ampliata. Milano. 2,000, pp. 585-593. 16 Doctrina Pontificia III Documentos sociales. Edición preparada por Federico Rodríguez, traducción de los textos latinos e italianos de Carlos Humberto Núñez, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, pp. 61-67. Notas sobre la crisis de la Esclavitud Africana en las Antillas...
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