Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868
197 Aunque en el archivo municipal no existan documentos comprobatorios, debido indudablemente a que fueron destruidos por ese memorable ciclón, como lo fueron casi todos los documentos que formaban en aquella época dicho archivo, es aquí generalmente sabido que el radio de terreno que la población de Cidra ocupa fue cedido para el emplazamiento del pueblo, por un antiguo propietario de la localidad sin exigir por ello retribución alguna. 11 Se entiende que Bibiana nació en 1790 y murió en 1860. Es decir, cuando se fundó el pueblo de Cidra tenía diecinueve años. 12 ¿No sería muy joven para ser donante de terrenos? La partida de defunción señala: Año del señor, mil ochocientos sesenta, 21 de junio: Yo el Presbítero Don Eduardo Bello, Cura Párroco de la Santa Iglesia Parroquial de Señora del Carmen, en Cidra, hice los oficios de entierro al cadáver de Doña Bibiana Vázquez, hija legítima de don Felipe Vázquez y doña Isabel Vázquez, Viuda de don Manuel Millán. Otorgó testamento judicial y recibió los Santos Sacramentos de Confesión y Comunión y Extremaunción. Doy Fé, Fdo. Eduardo Bello. 13 Es probable que sus padres fueran primos o parientes lejanos. La distinción de “Don” es indicio de que eran personas de condición pudiente o influyente. Es necesario señalar que existe un hombre llamado Felipe Vázquez dentro de la promoción del expediente. Tal vez se tratara del padre de Bibiana. Los documentos indican que Felipe llegó a ser nombrado Teniente a Guerra de las Milicias Urbanas en 1817. 14 En términos generales, los asuntos que giran en torno a Bibiana Vázquez no son concretos. Por otra parte, ¿qué penurias sintieron las personas que se asentaron dentro de la zona de Cidra antes de su fundación? Las condiciones de vida eran nefasta y, como en otros lugares de la Isla, había escasez de población. Los habitantes no tenían incentivo alguno del gobierno colonial español para desarrollar su economía y sociedad. Los poblados tenían un grupo numeroso de gente pobre. El decir pobreza equivale a las necesidades y desigualdades sociales. La ecuación es muy simple: necesidades versus ausencia de necesidad y como consecuencia las desigualdades. Decir que los puertorriqueños eran pobres o pudientes, los dos extremos, no estaría muy lejos de la realidad. Peor aún, si las personas acomodadas constituían una minoría, entonces una inmensa mayoría de los puertorriqueños eran pobres. Las expectativas de vida eran bajas, especialmente por factores asociados a la mala alimentación. Claro está, hay que tomar en cuenta otros elementos como las limitaciones de la época en los adelantos científicos, falta de salubridad 11 Cruz, Evelyn. Los municipios de Puerto Rico : Cidra. Puerto Rico: Departamento de Instrucción Pública, 1980, p.5. 12 Algunos autores expresan que el nombre de dicha dama comienza con la letra V. 13 Archivo Parroquial de Cidra, Libro 4 Defunciones, folio 70. En lo sucesivo se cita el Archivo como: A.P.C. 14 Refiérase a la lista de nombres de la promoción del expediente. La Iglesia de Cidra: punto focal de la fundación...
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