Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

237 primero lo designó Obispo de Puerto Rico en 1816 y en 1825 lo elevó a Arzobispo de Cuba. Su conducta política destemplada durante la Primera Restauración Absolutista (cc. 1814-1820) le valió también la represión de las autoridades coloniales durante el Trienio constitucional (cc. 1820-1823). En 1821 fue obligado a renunciar a la mitra y desterrado a Santo Domingo. En 1824 recobró la mitra y regresó a Puerto Rico durante la Segunda Restauración Absolutista 19 . El Dr. Pedro Gutiérrez de Cos fue Obispo de Puerto Rico entre 1826 y 1833. Antes fue Obispo de Huamanga en Perú, de donde fue expulsado por José de San Martín por negarse a jurar lealtad al gobierno revolucionario, y sirvió brevemente como Obispo Administrador de la Diócesis de La Habana, Cuba, en 1824. Gutiérrez de Cos culminó el acariciado proyecto de muchos años de la Diócesis de Puerto Rico de establecer un Seminario Conciliar , el que inauguró en 1832 y al que legó todos sus bienes antes de morir en San Juan en 1833 20 . De los veintiocho eclesiásticos emigrados se identificó la nacionalidad de dieciocho (64%). Las nacionalidades se distribuyeron de la siguiente forma: nueve venezolanos; seis españoles; dos peruanos; y un boliviano de Charcas en el antiguo Alto Perú 21 . Es decir, que la mayoría eran eclesiásticos criollos hispanoamericanos -doce de los dieciocho cuya nacionalidad fue identificada (66%). algunos arribaron acompañados Ciertos eclesiásticos emigrados fueron acompañados a Puerto Rico por familiares y hasta por esclavos negros de su propiedad. Dos venezolanos que fueron miembros prominentes del Cabildo de la Catedral de Puerto Rico y que se desempeñaron como Gobernadores del Obispado en ciertos momentos críticos, -el Dr. José Lorenzo Rendón y el Dr. José Luis Montesinos- vinieron acompañados por sus respectivas hermanas -doña Josefa Manuela Rendón y doña Rita Montesinos- 22 . 19 Ver Arturo V. Dávila, “Apuntes sobre las ideas políticas de don Mariano Rodríguez de Olmedo,” Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña , Vol. XII, Núm. 44, 1969, pp. 47-53. Además, ver para los casos de estos dos peruanos que fueron Obispos de Puerto Rico a José M. García Leduc, “La Iglesia y el clero católico de Puerto Rico (1800-1873): su proyección social, económica y política.” Disertación doctoral. Washington, D. C., The Catholic University of America, 1990, pp. 115-122 y 143-146; y Navarro García, Control social, pp.71-72. Ver también A. G. P. R., Gobernadores, Agencias de Gobierno: Seguridad Publica, Caja 371 y Caja 390. 20 Para un resumen de la obra de Gutiérrez de Cos como Obispo de Huamanga en Perú ver Antonio de Egaña, S. J., Historia de la Iglesia en la América Española. Desde el Descubrimiento hasta comienzos del siglo XIX . Hemisferio sur , Madrid, España, Biblioteca de Autores Cristianos, MCMLXVI (1966), pp. 888-890. Ver también Miguel Figueroa y Miranda, Religión y política en la Cuba del siglo XIX . El Obispo Espada visto a la luz de los archivos romanos 1802-1832, Miami, Florida, Ediciones Universal, 1975, p. 134; Antonio Cuesta Mendoza, Historia de la educación en el Puerto Rico colonial , Tomo II: De 1821 a 1898, Cuidad Trujillo [Santo Domingo], República Dominicana, Imprenta Arte y Cine, 1948, pp. 125-133; y García Leduc, “La Iglesia y el clero católico de Puerto Rico (1800-1873),” pp. 145-146. 21 Los nombres y nacionalidades de los eclesiásticos emigrados que fueron identificados aparecen en los Apéndices . 22 Ver Testamento del Doctor José Lorenzo Rendón en A. G. P. R., Protocolos Notariales, San Juan, Juan Algunas características generales de eclesiásticos...

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=