Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

24 bula que encabezan las sacrosantas palabras Romanus Pontifex (8 de agosto de 1511). 7 Aceptada la bula, y celebrada capitulación en Burgos, mayo de 1512, en orden a estructurar el régimen pastoral de las nuevas diócesis 8 , el 26 de septiembre de ese año don Alonso Manso recibió la ordenación episcopal en Sevilla de manos de Diego de Deza, arzobispo metropolitano; y el 25 de diciembre arribó a Caparra; y tomó posesión de la diócesis. Fue el primer obispo de América. 9 Y, por tanto, la primera diócesis también en la que empezó a funcionar de hecho el real “patronazgo”. 10 Del despliegue de ese privilegio omerced – tan importante, que los mismos canónigos de Puerto Rico consideraban ya en 1539 al rey de España “vicario” papal de la diócesis. 11 No es menester dar aquí más detalles, ciñéndonos simplemente a reiterar que, para bien o para mal, el patronato fue constante y celosamente defendiendo como unas de las más brillantes perlas o regalías de la Corona, como lo testificaba un virrey de México dos siglos después: “El Real Patronato de las Indias, que los señores Reyes de las Españas gozan por derecho y privilegio y bulas apostólicas de los Sumos Pontífices Alejandro VI y Julio II, es, sin controversia, la joya más resplandeciente en su real diadema”. 12 Me ha parecido que era menester el anterior discurso para abordar el penoso asunto de la ruptura de las relaciones entre el Estado español y la Iglesia católica en Puerto Rico. 7 La bula Romanus Pontifex , 8 agosto 1511, cuyo texto latino Fidel Fita deseaba que se hallase y publicase, se puede ahora ver en el Episcopologio de Puerto Rico , t. I. Ponce, 1987, pp. 364 – 369 8 El acuerdo o capitulación de los primeros obispos del Nuevo Mundo tuvo lugar en Burgos, 12 mayo 1512. Un extracto o resumen de ese protocolario documento lo dio a conocer Cayetano Coll y Toste en BHPR, tomo VII, 1929, pp. 381 – 382, reproduciendo la síntesis de Juan Bautista Muñoz. El texto íntegro lo publicó Manuel GIMÉNEZ, “La política religiosa de Fernando V en Indias”, Revista de la Universidad de Madrid, 3, 1943, pp. 174 – 182; reedición por V. MURGA, Cedulario Puertorriqueño , tomo I, Rio Piedras, 1961, pp. 123 – 127. Extrañamente, I. Pérez, que se les daba de las casistas informadísimo, aseveró en 1994 que desconocía el texto: Cf. A., Bartolomé de las Casas en Puerto Rico , Ponce, 2002, p. 95. 9 AGI, Contaduría , 1871, publicado por A. TANODI, Documentos de la Real Hacienda de Puerto Rico , vol. I, San Juan, 1971, p. 158. Cf. A. HUERGA, “Don Alonso Manso en la coyuntura fundacional de la primera iglesia o diócesis del Nuevo Mundo”, en M. ALVARADO (ed.), Iglesia y sociedad: 500 años en Puerto Rico y el Caribe, siglo XVI , San Juan de Puerto Rico, 2008, pp. 57 – 73. 10 En la copiosa bibliografía sobre el real Patronato merece una señalación el macizo estudio de Matías GÓMEZ ZAMORA, Regio Patronato Español e Indiano , Madrid, 1897, 769 páginas, porque gracias a ese libro figuró entre los candidatos a la sede episcopal de Puerto Rico, y también lo espinoso del tema le ocasionó que su candidatura no prosperase. Por esas circunstancias lo menciono aquí. Cf. A. HUERGA, “Puerto Rico y el fin del Real Patronato”, Cittá del Vaticano, 2001, 849 – 860. 11 Carta del cabildo eclesiástico de Puerto Rico a Carlos V, San Juan, 15 septiembre de 1539: AGI, Santo Domingo , legajo 174, f. 5v. 12 Lewis HANKE, Los virreyes españoles de América , tomo V, Madrid, 1978, p.6. Rvdo. P. Maestro Dr. Álvaro Huerga Teruelo, O.P.

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