Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

29 Quitar la Iglesia y el Rey, Y desbaratar nuestra ley: Esto es la Constitución. 29 Pero no sólo se pronunciaron contra la Constitución de 1812 los que estaban en la barrera, sino también un nutrido grupo de diputados, 69 en total, que después de promulgada, y puesta en vigor por los capitostes del gobierno interino – interino porque se retiró el intruso rey José – al regresar a España el rey Fernando VII, le presentaron, firmado, un manifiesto , instándole a abolir o echar al cesto la Constitución. Fernando VII recibió el 12 de abril de 1814 en Valencia el Manifiesto . Y halagado, y aclamado, se sintió fuerte y firmó un real decreto que declaraba nula e inválida la Constitución. ¡Duro y tal vez infausto decreto! Pero no del todo injusto. Ya que los mentores y seguidores de la Constitución habían hecho de las suyas 30 desde el 19 de marzo de 1812, fecha de su promulgación, hasta el 4 de mayo de 1814, data del decreto de anulación. Dando ese golpe, Fernando VII inauguró el sexenio absolutista (1814 – 1820). Es decir, rey a la antigua usanza, rey absoluto, rey no constitucional, rey con plenos poderes. Y en ejercicio de eso, arrinconó a los constitucionalistas, que se mordían de rabia y de silencio, pero no pararon de conspirar. Premió, además, a los diputados clérigos que firmaron el Manifiesto con mitras episcopales, haciendo uso del Regio Patronato. Limitándonos a lo que ocurrió en Puerto Rico por esas calendas, señalo cuatro datos: 1. Las relaciones de la iglesia puertorriqueña con el gobierno civil se opacaron a ojos vista, pues si el obispo Arizmendi festejó en 1812 la Constitución, mantuvo divergencias con el gobernador Meléndez Bruna durante el bienio 1812 - 1814 31 , y aunque dio pruebas de apertura a clérigos inmigrantes de las zonas insurgentes, y de amor pastoral a Puerto Rico, no fue un insurgente, sino un fiel vasallo de S.M. ¿La prueba? A un colega y amigo que ha insinuado y propugnado atisbos de insurgencia en Arizmendi, le amonesto que lea la carta de adhesión que el 10 de julio de 1814 escribió a Fernando VII, felicitándolo por su retorno a España y por su golpe de estado. 32 2. El 12 de octubre de 1814 falleció en Arecibo el obispo Arizmendi. El sucesor fue Mariano Rodríguez de Olmedo (1815 – 1824), como ya hemos apuntado. 3. Las aguas o ideas liberales estuvieron contenidas mas no muertas durante el sexenio. 29 Cf. J. SAGREDO, Bibliografía dominicana de la provincial Bética , Almagro, 1922, pp. 14 – 15. 30 La protesta diplomática del nuncio no se hizo esperar: el 14 de enero de 1814 envió una acerada carta al gobierno; que puede verse en HD XI, pp. 27 – 28. 31 Cf. A. HUERGA, Biografía pastoral del obispo Juan Alejo Arismendi, Ponce, 1992, pp. 143 – 147. 32 Carta a Fernando VII, Mayagüez, 10 de Julio de 1814: AGI, Ultramar , legajo 502, f. 264rv. Publicada en HD X, pp. 532 – 533. Crisis de las relaciones Estado-Iglesia en Puerto Rico...

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