Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868
51 la revolución solos. Muy pronto se dieron cuenta de la necesidad de ayuda externa en lo: económico, político y militar. Por ello, en junio de 1815 encontramos una representación del separatismo boricua reunida en México con sus homólogos de Cuba, Nueva España y Santo Domingo, para organizar un ejército libertador de las Antillas españolas. Este plan fracasó sin las menores consecuencias. En enero de 1816, una expedición bolivariana desembarcó por Fajardo. La misma fue repelida sin que los independentistas pudieran o tuvieran tiempo de organizar el imprescindible apoyo interno. Claro está, el interés de Simón Bolívar por producir una expedición sobre las Antillas fue continuo, casi hasta los últimos días de su vida, aunque naturalmente él no fue el único exponente de tal idea, sino uno entre muchos, quizá el más distinguido y visible. Entre 1821 y 1822, se produjo el proyecto independentista que recibió la más amplia colaboración exterior, el de Luis G. Ducoudray Holstein. En el mismo, además de puertorriqueños, conspiraron, entre otros, alemanes, italianos, franceses, venezolanos, estadounidenses y naturales de las Antillas Menores. Sobre el mismo abundaremos más adelante. La conspiración de 1823 en San Juan presuponía la llegada a Puerto Rico para encabezar el movimiento militar del Coronel Manuel Suárez del Solar quien, según Pedro Tomás de Córdova, estaba al servicio de Colombia. Por esta misma época, Antonio Valero ya había concebido su plan para la independencia de Puerto Rico, que incluía la invasión de un ejército venezolano o colombiano. El 28 de octubre de 1824, doña María de las Mercedes Barbudo fue expulsada a Cuba por el Gobernador Miguel de la Torre, ya que desde San Tomás y Venezuela recibió correspondencia e impresos subversivos que luego repartió en San Juan. A mediados de marzo de 1825, una pequeña expedición venezolana desembarcó en Punta Borinquén, Aguadilla, y capturó la pequeña fortificación que allí había y de la que aún se conservan las ruinas. La difícil ubicación geográfica de aquella cabeza de playa y la enérgica respuesta de las autoridades militares del lugar se unieron con la falta de apoyo táctico interior de los independentistas, por lo que la invasión fue un fracaso. Aquel fue el último intento real bolivariano de invasión, pues aunque hubo rumores de continuas expediciones suramericanas, nunca se concretaron ni se volvió a realizar un intento serio de producirlas. Puerto Rico y Cuba pasaron a formar simples fichas del intenso juego de dominó político que en ese momento se producía con relación a la situación política de los continentes americanos. En eso, como fichas del rejuego político internacional, todavía estamos al presente. 19 19 Sobre estos sucesos puertorriqueños véase: “Antonio Valero de Bernabé, Luis Guillermo Ducoudray Hosltein y la independencia de Puerto Rico”, en Antonio Valero de Bernabé: Soldado de la libertad (1790-1863) ,146-170. El periódo revolucionario de 1775 - 1825...
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