Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868
54 impactó los viejos esquemas legales y teológicos del poder de las instituciones tradicionales para imponer las ideas y verdades por medio de la censura. La Ilustración necesitaba la “libertad de pensamiento” como el fuego al oxígeno, así que se convirtió en enemiga de la censura religiosa. Las ideas debían exponerse públicamente y discutirse para descubrir su verdad, debían pasar por el fuego de la discusión pública; y la libertad de imprenta les fue esencial. Este movimiento intelectual gestará el liberalismo como movimiento político durante todo el siglo XIX. El Liberalismo político como expresión de la Ilustración, constituyó una afirmación de la libertad frente a las estructuras y prácticas políticas del Antiguo Régimen del pasado. La idea fundamental del liberalismo del siglo XIX lo fue la libertad como método y como credo; libertad en el sentido de liberación de antiguas ataduras que impedían el libre uso de la razón del individuo para entender y reconstruir el mundo. Podría sintetizarse la cuestión de la libertad como la ampliación al máximo de la libertad individual para pensar, creer, expresar y discutir opiniones y argumentos; para asociarse en grupos y partidos para defenderlos; para buscar trabajo en cualquier parte y vender su trabajo; para vender productos y quedarse con los beneficios sin tener que responder a obligaciones con un señor feudal o el Estado, que no fueran las obligaciones legales entre las partes; y también la libertad para escoger los gobernantes, la forma de gobierno y la manera de cambiarlos, electoralmente, o por vía revolucionaria si no quedara más remedio. 2 Como tal, el liberalismo constituyó la ideología de la burguesía y sus aliados con la que se enfrentan a la nobleza, a lamonarquía absoluta y a las estructuras políticas y económicas del Antiguo Régimen que provenían del modo de producción feuda, y a la Iglesia como su fuerza ideológica legitimadora. De la naturaleza emanan las libertades, argumentaba la Ilustración, y el Parlamento de la burguesía liberal fue convirtiéndolas en derechos legales a lo largo de su revolución contra la nobleza y la monarquía en busca de implantar la democracia liberal del Estado moderno. La Iglesia reaccionará a la Ilustración con reservas inicialmente y posteriormente, con censuras y condenas a estas posiciones de los Ilustrados que de pronto, en el siglo invadían las concepciones religiosas del mundo en los círculos intelectuales y políticos. La proclamación de la razón autónoma como la garantía de la verdad frente a la tradición de las autoridades eclesiásticas y la revelación, que extendía su autoridad sobre los conocimientos respecto a la naturaleza y la sociedad, resultaba ofensiva y herética a la institución. La proclamación de la razón se público en general para el fomento de la ciencia, la agricultura, la tecnología y la educación. De su esfuerzo surgieron universidades, institutos, museos y programas de enseñanza popular. Véase Antonio Elorza, La ideología liberal en la Ilustración española, Madrid: Editorial Técnos, 1970; y Laura Rodríguez, Reforma e Ilustración en la España del siglo XVIII, Madrid: Fundación Universitaria Española, 1975. 2 George H. Sabine, Historia de la teoría política, México: Fondo de Cultura Económica, 1945. José Guilherme Merquidor, Liberalismo viejo y nuevo, México: Fondo de Cultura Económica, 1991. Dr. Samuel Silva Gotay
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