Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868
82 Además, el dueño tenía el derecho de utilizar la fuerza para obligarlo a trabajar. Para satisfacer la demanda de trabajo en la producción azucarera durante el siglo XIX, se exigiría el mayor rendimiento al esclavo, sometiéndolo a una inhumana explotación que, en ocasiones, fue la causa de su temprana muerte o suicidio. El esclavo tenía el derecho de coartación, es decir, el derecho de comprarse a sí mismo obteniendo su libertad. Coartado se aplica al esclavo que mediante pacto con el dueño había de rescatarse en condiciones determinadas. 59 Uno de los propósitos de coartar al esclavo, que se hacía con el consentimiento del amo, consistía en fijar el precio máximo del esclavo en una cantidad menor que su justo valor, en forma permanente, con la finalidad de facilitar su liberación medianter compra. “La coartación fue un mecanismo económico útil, tanto a amos como a esclavos, en períodos y en zonas de lento crecimiento económico”. 60 Esto, a la vez, aseguraba a los esclavos cierta permanencia con sus amos, beneficiándose ambos, 61 en la mayoría de los casos el amo. Tenemos el caso del presbítero Dr. José Torralbo, quien compra a María Josefa, procedente de Guinea, coartada en 300 pesos. Al poco tiempo, en 11 meses, la revende coartada en 150 pesos, ya que la esclava le había entregado la cantidad de 150 pesos. 62 La mayoría de los veces, el esclavo no recibía con agrado la noticia de que había sido vendido, ya que ello conllevaba el tener que acostumbrarse a otro ambiente, con gente desconocida, y quizás sería un lugar que exigiría más trabajo. Otro ejemplo es el del padre José Rodríguez Cueto, quien expresa en su testamento de 1805 que, en caso de que durante su vida algunas de sus esclavas quisiera venderse, es decir, que estuviesen coartadas, no tendría efecto la libertad que les tiene otorgada para después de su muerte, pues si se la concede, es con la calidad de permanecer en su poder mientras viva. 63 Entonces, los esclavos del padre Rodríguez Cueto permanecerían junto a él toda su vida. “El amo tiene poco interés en cooperar con su coartación, pues le interesa mucho más el rendimiento en trabajo que su esclavo le pueda brindar que el uso que pueda tener de los ahorros de su esclavo”, dice el padre Picó. 64 El esclavo podía alcanzar la libertad ya fuese, como mencionamos, mediante coartación, precio que podía ser pagado a través de otra persona, o por manumisión, 65 que era por su dueño en el momento que éste quisiese, a su propia voluntad, a veces con el testamento o el esclavo, saldando el pago total de su valor. Los hijos de madres coartadas no gozaban del beneficio de la coartación o 59 Diccionario de La Real Academia Española. Madrid, Espasa Calpe, 1970. 60 Picó, op. cit., p. 53. 61 Szásdi, op. cit., p. 42. 62 Ibid., p. 43, nota 96. 63 Ibid.,, p. 23, nota 56. 64 Picó, op. cit., p. 53. 65 Cap. XI, De la libertad de los esclavos y modo de adquirirla, Reglamento de 1826, Documento 179, El Proceso Abolicionista en Puerto Rico, Vol. II. Dra. Ivette Pérez Vega
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