Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

89 atropellos...” 103 Andrade era un abogado español, figura prominente en Puerto Rico que gozaba de grandes prerrogativas, 104 de la facción conservadora defensora del absolutismo y del antiguo régimen, como la mayoría del alto clero de la época, quien tenía varios enemigos dentro de la institución. Andrade, siendo Provisor y Vicario General, y Deán de la Catedral, se encuentra en el pequeño grupo de propietarios dueños de esclavos que concedieron la libertad a estos durante la época del 1820 al 1830, por una cantidad no especificada. 105 Sin embargo, en el primer año de su actuación como Vicario Capitular en 1833, estaba activo en la compra de esclavos para la diócesis. Andrade aprobó la compra del criado Hilario, de oficio cocinero, en 350 pesos macuquinos, para trabajar en la misma, cuyo costo se obtendría de los fondos del Seminario Conciliar San Ildefonso de San Juan. 106 Otras dignidades eclesiásticas que participaron en actividades con esclavos en San Juan fueron las siguientes: Dr. D. Juan Alejo de Arizmendi, perteneciente a la elite criolla, quien junto a Ramón Power fue el dirigente criollo de mayor relevancia política y arraigo social durante los primeros años del siglo XIX. 107 También participaba en la trata de negros en San Juan. Nos dice el Dr. Dávila sobre el ilustre obispo: “Nada nuevo puede esperarse de un Prelado [Arizmendi] criado en el ambiente esclavista del área en que transcurre su vida”. 108 Antes de ser obispo, en 1801, permutó a su esclava criolla María Candelaria, por un esclavo de su primo, el Alcalde D. Félix La Cruz, con la mala suerte que salió perdiendo en el negocio, ya que, al poco tiempo, el esclavo se murió, 109 por causa desconocida. Cuando se compraba un esclavo, era a riesgo del comprador. Si ocurría algo con el esclavo, o si tenía algún defecto o “vicios graves”, no se podía devolver o pedir la restitución del dinero que se había pagado, porque el comprador no tenía el derecho a la redhibición. 110 El presbítero D. Antonio Sánchez Bustamante, Secretario de Cámara del Obispo de la Diócesis de Puerto Rico, en 1809, da poder al Reverendo padre maestro Fray Manuel Quesada, O.P., residente en La Habana, Cuba y, en segundo lugar, a D. Pedro Bufarrul, Capitán Segundo de Infantería de la Plaza de San Juan, para vender un esclavo. Fray Quesada pasaría a San Juan, para la venta del esclavo Juan Eugenio Salcedo de 27 a 28 años, natural de Puerto Rico, hijo de una esclava del otorgante, el presbítero Sánchez Bustamante, bajo cuya potestad 103 Rodríguez León, op. cit, p. 535. 104 Ibid., p. 535. Jesús Navarro García, Puerto Rico a la sombra de la independencia continental, 1815- 1840. San Juan, Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, 1999, pp. 186-193. 105 Ordóñez, op. cit., “Manumisión en la pila bautismal...“, p. 115, p. 123. 106 Dávila, op. cit. p. 71. 107 García Leduc, op. cit., p. 11. 108 Dávila, op. cit., 44. 109 Szásdi, p. 25, nota 61. 110 Así, usualmente, rezaba una venta de esclavo: lo vendo “con todas sus tachas y enfermedades, de tal modo que por ninguno de ellos ha de poder usar la compradora del derecho de redhibitoria, y quanti minoris”. La bendita esclavitud: compra-venta de esclavos...

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