Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868
90 fue criado; 111 seguramente, porque el esclavo estaba envejeciendo y ya no era útil para el trabajo que tenía que desempeñar. Además, encontramos al Revdo. padre Provincial Fray Félix Ravell, de San Juan, quien en septiembre de 1820 vendió una esclava por la cantidad de 150 pesos macuquinos. Por su precio, debió ser una niña de unos 10 años de edad. Esta había sido comprada por el padre Ravell cuatro meses antes, posiblemente a un precio mucho más bajo. 112 Los esclavos podían subir de valor considerablemente en cuatro meses, debido a que en 1820 había una gran demanda por éstos. El presbítero D. Pedro Vélez, clérigo domiciliario de este obispado, cura ecónomo de la Iglesia de Ponce, vendió en 1820 una negra esclava de Costa Firme llamada Margarita, de 25 años, que hubo de D. Juan Hernández, al comerciante D. Joaquín Telechea de Ponce en 330 pesos en efectivo. 113 Más tarde, D. Francisco Tristany, negrero o esclavista de Ponce, otorgó, en 1825, un poder especial a D. Juan de Dios Cuebas, Procurador de Número de la Capital, para el reclamo de la testamentaría del fenecido presbítero Juan Antonio Mambrún de Juana Díaz, de dos negritos bozales y la cantidad de dinero que le adeudaba éste a Tristany. 114 El fallecido franciscano Mambrún de Caracas llegó a la Isla en 1807, era maestro de novicios del Convento San Francisco en San Juan y fue acusado por el Gobernador de Puerto Rico, Salvador Méléndez Bruna, de tener opiniones favorables a la causa independentista de Caracas. 115 En octubre de 1812, junto a cuatro frailes, fueron acusados de infidencia y deportados por el gobierno de Meléndez Bruna a La Habana. 116 En 1818, de regreso en Puerto Rico, Mambrún fue primer párroco de la Iglesia de Cidra hasta 1821. 117 En agosto de 1826, la Sociedad Torréns y Viñals de San Juan vendió al presbítero D. José Manuel Pérez un negro de 20 años, por la cantidad de 150 pesos fuertes, 118 lo que resulta ser un precio bajo, posiblemente, por tener una tacha o incapacidad. Tres años más tarde, en octubre de 1829, Pedro Atencio vendió una “negrita de 15 años” al Sr. Canónigo padre D. Joaquín Manuel de Santaella de San Juan en precio desconocido. Una niña de esta edad, que podría hacer trabajos de un adulto, tendría un valor de 300 pesos. 119 En octubre de 1820, D. Lucas Martínez, Administrador de la Real Aduana del puerto de Aguadilla, como apoderado del presbítero D. Ramón Rodríguez, Cura Párroco de la Iglesia de Aguadilla, vendió en San Juan un mulato de edad desconocida a 111 Szásdi, op. cit, p. 96, nota 43. 112 AGPR, PHSJ, Juan Núñez, 1820, c. 470, fs. 467-469. 113 AGPR, PNP, 9-9v, 1820. 114 AGPR, PNP, fs. 22-23, 1825. 115 Rodríguez León, op. cit., p. 314. 116 Ibid. pp. 316-317. 117 Ibid. p. 553. 118 AGPR, PNSJ, Juan B. Núñez, 1828, c. 476, fs. 379v-380v. 119 AGPR, PNSJ, Juan Núñez, c. 478, f. 508. Dra. Ivette Pérez Vega
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