Creer y actuar para renacer

47 crecer y actuar para renacer los ciudadanos participen en la política pública, en la práctica debería existir un mínimo grado de competencia para que esa participación sea productiva. Por ejemplo, uno no querría que las personas que no entiendan el cambio climático influyan en la política ambiental o que los miembros médicamente ignorantes del movimiento contra la vacunación tomen decisiones que afecten la salud de las personas. El rol de los individuos en el desarrollo de las políticas públicas es uno vital. Es imperativo que participemos o corremos el riesgo de sufrir serias consecuencias. Por otro lado, he visto a través de los años que la experiencia de participación ciudadana ha mutado en una creación que no sirve bien a las comunidades. En vez de ayudarlas, en muchas ocasiones se convierte en un ejercicio de protesta que deja, luego de la lucha del momento, las condiciones iguales o peor por las cuales se organizaron personas… es por esto por lo que creo que la participación de los ciudadanos en las iniciativas de gobierno está en riesgo. ¿por qué? Bueno, tomemos unos minutos y miremos alrededor nuestro. Veremos personas con sus celulares inteligentes recibiendo a cada minuto una enorme cantidad de información, hechos, opiniones, verdades, medias verdades y mentiras sobre lo que ocurre en Puerto Rico o en el mundo. La gente queda exhausta ante tanto estímulo y por lo tanto se harta. Esa inundación de información reprime el deseo de participar en la búsqueda de soluciones a sus problemas. He aquí uno de nuestros grandes retos, la búsqueda de la verdad ante tanto ruido. La comunicación es una gran herramienta, pero a su vez juega un papel conflictivo sobre nuestra responsabilidad participativa. La gente comienza a perder la fe, deja de creer y se retrae a su seguridad interna, o lo que es peor, reacciona de forma violenta. Ahí perdemos todos. Otro reto que tenemos los ciudadanos en nuestro rol es que las comunidades van sintiendo cómo las instituciones que ayudamos a crear y a sostener económicamente se han vuelto impersonales. Ya no bregamos con personas, sino con representantes de organizaciones. Creo que la gran mayoría de los aquí presentes han vivido, en más de una ocasión, la frustración de tratar de obtener del gobierno una decisión, una vista