Cristianos en salida, santos del presente

26 actas del vii congreso católicos y vida pública como institución de Iglesia? La desorientación personal e institucional, y las campañas difamatorias, se unieron en una negra mixtura de desolación. ¿Qué debían hacer los jesuitas? ¿Vengarse? ¿Conspirar? ¿Cómo enfrentarse a las insidias del demonio, propaladas por no pocos hombres y mujeres de Iglesia? ¿Rendirse a un victimismo como resorte de venganza, que no hace sino alimentar el mal que pretende eliminar? En diferentes ocasiones, el papa Francisco, principalmente en encuentros con jesuitas, se ha referido a estas cartas que ahora tenemos la suerte de tener en español gracias al trabajo de la editorial Herder. Por ejemplo, lo hizo en la celebración de las vísperas en la iglesia del Gesù, en Roma, el año 2014. Y también en la charla privada con los miembros de la Compañía en su viaje a Perú. Por tanto, estas cartas, para cuya edición de 1987 el P. Bergoglio escribió un prólogo que hoy se recupera, tienen un valor en sí mismas de carácter histórico y espiritual. Comentadas en esta edición también por el jesuita Diego Fares, de no muchas páginas, las Cartas de la tribulación nos introducen en una interesante respuesta sobre qué hacer cuando se desata una campaña de difamación, de aniquilamiento, de persecución, contra una persona o una institución. Ofrecen una serie de criterios de discernimiento que alejan las tentaciones de ensañamiento, de revancha, de venganza y nos ayudan a colocarnos frente al espíritu del demonio para combatir sus asechanzas. En momentos de oscuridad y tribulación, cuando los nudos no pueden desenredarse, ni las cosas aclararse, la espiritualidad jesuítica recomienda callar, porque, como escribió Bergoglio, “la mansedumbre del silencio nos mostrará más débiles, y entonces será el mismo demonio quien, envalentonado, se muestre a la luz, quien muestre sus reales intenciones”. Esta “resistencia pasiva al mal”, después del discernimiento, es clave para enfrentarnos a los chismes de pasillo y a los ataques de unos contra otros, también hoy tan en boga entre católicos.