Cristianos en salida, santos del presente

90 actas del vii congreso católicos y vida pública Y aquí, no se hizo énfasis en la defensa de la vida, sino en el atropello a los derechos de la mujer. No era “la Iglesia defiende la vida”, sino “la Iglesia atropella los derechos de la mujer”. A esto se sumó la crítica a la no separación de la Iglesia y el Estado. Desde dentro de la feligresía la Iglesia también tuvo que enfrentar la crítica y los reclamos de diversos sectores. Algunos consideraban que la Iglesia debía tener un protagonismo en este tema, sin entender que (opinión personal) eso era precisamente lo que buscaban los abortistas defensores del proyecto para confundir a la gente. Si la Iglesia se exponía demasiado y era la voz de la defensa a la vida, se convertiría para la opinión pública en una cuestión de religión, se cuestionaría “porqué nos tienen que imponer a todos sus creencias”. La cuestión requería una respuesta urgente: Se convocó a una reunión con la CELAF (Comisión de laicos y familia de la Conferencia Episcopal Argentina) luego de la aprobación del proyecto por parte de la cámara de origen (diputados). Monseñor Laxague, presidente de la CELAF, señaló que “nos pusieron en una trinchera que no elegimos.” La idea de no pelear en ese mismo escenario que nos pusieron era muy importante. Corrernos como Iglesia del escenario físico y también de la modalidad. La Iglesia no apoyaba la confrontación o la provocación. El lugar, el rol de la Iglesia era la oración, el apoyo. Por eso, la propuesta de la CELAF fue convocar a una Misa en Luján, el Santuario de Nuestra Señora, patrona de los argentinos. Físicamente queda a casi 100 kms. de Buenos Aires, del Congreso, del lugar en donde la “lucha”, el enfrentamiento se estaba llevando a cabo. sociedad fraccionada Mientras tanto, la sociedad estaba muy fraccionada, realmente la propaganda, sobre todo las redes sociales eran un reflejo de lo que estaba ocurriendo en el recinto. La votación en diputados sería el 14 de junio.

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