El desafío de una educación solidaria
106 actas del viii congreso católicos y vida pública Para concluir retomamos del Catecismo de la Iglesia Católica lo siguiente: 1917. Corresponde a los que ejercen la autoridad reafirmar los valores que engendran confianza en los miembros del grupo y los estimulan a ponerse al servicio de sus semejantes. La participación comienza por la educación y la cultura. “Podemos pensar, con razón, que la suerte futura de la humanidad está en manos de aquellos que sean capaces de transmitir a las generaciones venideras razones para vivir y para esperar” (GS 31). Ojalá nosotros como maestros sepamos ser parte de esa autoridad. Sepamos transmitir razones para vivir y razones para esperar a las generaciones que nos miran pendientes de si encontrarán en nosotros un ejemplo. Quiera Dios que no defraudemos esa mirada y esa esperanza.
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