El desafío de una educación solidaria

Formar personas solidarias desde la libertad Dr. Fabrizio Acciaro Losapio catedrático asociado del departamento de Filosofía de la PUCPR He dividido mi presentación en dos partes: la primera dedicada a la educación, la segunda a la investigación. ¿Por qué esta división? Con el término educación me refiero a lo que Juan Pablo II llamaba “cultura primaria” o, también, a lo que los antiguos filósofos llamaban “sabiduría”. La cultura primaria, la sabiduría, tiene que ver con el vivir, con el aprender a vivir, saber vivir. Educar, entonces, cómo educar a vivir. Y ¿qué es el vivir? Pienso en tres cosas básicas: amar, trabajar, convivir. Esas tres cosas, todos las tenemos en común: los italianos como los puertorriqueños, los gringos como los chinos, los millenials como los taínos… El términoinvestigación, encambio, serefierea la“culturasecundaria” o, en palabras de los antiguos filósofos, al conocimiento, a la ciencia. Al decir que la investigación es cultura “secundaria”, no quiero decir que tenga poca importancia, pero sí quiero decir que supone y depende de la cultura primaria. De hecho, por su naturaleza, la investigación no tiene la misma amplitud, el mismo “radio de acción” u horizonte que tiene la educación. La educación es de todos para todos: aprender a vivir es tarea de todos. La investigación, en cambio, es de algunos para todos: no todos tenemos que ser científicos o académicos. La educación es tarea de cualquier institución educativa, tanto universitaria como escolar; la investigación es tarea específica de la universidad (de centros educativos de nivel superior).

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