El desafío de una educación solidaria

112 actas del viii congreso católicos y vida pública Por esto quiero dinero, para satisfacer y recompensar lo que me he fajado. Puede sonar egoísta, pero, como le he dicho a mucha gente, yo voy a cambiar el mundo, voy a hacer la diferencia, quiero estar ahí para la humanidad con lo que hago. Pues para esto quiero mi recompensa, si es posible; y ya que estamos en un mundo capitalista, no me estaría mal el dinero, porque me encanta el placer material de poder satisfacer lo que deseo, cosa que nunca he podido hacer por insuficiencia económica. Sentir el placer de que yo trabajé, me sacrifiqué, sudé, sangré, lloré… por obtenerlo. No todo el mundo lo puede lograr: es un hecho; aunque pienso que todo el mundo tiene la capacidad para lograrlo…. Me quiero distinguir de los demás y estoy en camino para lograrlo. No es fácil, pero por esta razón me levanto todos los días. Suelo llamar esto como una especie de “selección natural”. Lo que escribió Lawrence supuso para mí cierta sorpresa, pero la sorpresa más grande me la llevé después. Cuando en los semestres siguientes quise utilizar esa tarea como ejemplo “negativo”, es decir, opuesto a la propuesta de vida que yo les estaba planteando en el curso: hasta el día de hoy, me di cuenta de que la mayoría de mis estudiantes está de acuerdo con las prioridades de Lawrence. Si tienen algún reparo, es por la forma “cruda” en que Lawrence se expresa, pero en la sustancia están de acuerdo con él. A raíz de esta experiencia, vino a mi mente esa imagen: el Titanic de mi propuesta educativa se estaba estrellando contra el iceberg Lawrence. Tenía que “parar las máquinas y registrar la ruta”, pues era evidente que lo que estaba haciendo no era suficiente. De hecho, hablando en cierta ocasión con otro muchacho, este me preguntó: “Bueno, si esto no es, ¿cuál sería la alternativa?” Estemuchacho, que estudió en La Católica, que fue representante de los estudiantes, que es buena persona e incluso católico, no había encontrado una alternativa. Evidentemente, para mis estudiantes, como para Lawrence, mi propuesta educativa no era una alternativa. Entonces, me quedé con la duda: ¿No será que con mis clases solo estoy dando un “barniz” más educado y agradable a una pieza que mañana formará parte del “sistema”? ¿Qué quiere decir, exactamente, “formar un profesional de excelencia”? ¿Estoy formando personas para que mañana

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