El desafío de una educación solidaria

117 el desafío de una educación solidaria ¿Quésignificadarledignidadcultural a lapropuestadeunacivilización de la verdad y del amor? Creo que significa tratar de comprender si esa verdad y ese amor tienen algo que aportar a la filosofía, a las ciencias en sentido estricto (biología, química, física, astronomía, psicología, neurociencias), pero también a la economía, al derecho, a la política, al trabajo social, a la medicina y a la salud, al arte y a la educación, etc. En otras palabras, a todos los ámbitos del saber. Hay, pues, trabajo para todos. A título de ejemplo, voy a decir algo acerca de cómo esa idea verdad, según entiendo, puede aportar algo a la filosofía, puede hoy ser fecunda para la filosofía. un ejemplo acerca del concepto de “verdad” Ante todo, ¿de qué verdad voy a hablar? Del hecho de que soy persona, somos personas. ¿Qué significa ser persona? Entre otras cosas, significa que soy finito. Pero ¿qué quiere decir que soy finito, y cómo yo sé que soy finito? Lo sé, por ejemplo, porque el conocimiento no tiene fin. Este hecho, si lo miramos con detenimiento, no es para nada obvio, sino sorprendente: el conocimiento humano no tiene fin. ¿Por qué? En cualquiera de sus disciplinas, tanto humanísticas como científicas, el conocimiento es una tarea siempre inacabada, no accidental y provisoriamente, sino estructuralmente. Si esto es así, se siguen algunas implicaciones importantes. Me doy cuenta de que la justificación de las implicaciones que ahora voy a mencionar precisaría de un discurso mucho más articulado y seguramentediscutible; aunasí,meparece justoplantearlas, precisamente para que sean discutidas. La primera implicación, como se dijo, es que el conocimiento lleva la impronta de nuestra finitud : nadie pondrá jamás el punto final a ninguna disciplina. Hay una distancia irreductible entre nuestro conocimiento y su objeto: por mucho que avancemos, nunca “pisamos fondo”. En otras palabras, el objeto es inagotable. La segunda implicación es que la inagotabilidad del objeto no significa que no podamos conocerlo, sino solamente que la posesión (esto es, alcanzar un conocimiento definido y definitivo) no es la única modalidad de relacionarnos con las cosas.