El desafío de una educación solidaria

14 actas del viii congreso católicos y vida pública esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personasmaduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna.” Esa alianza ha de extenderse “entre los habitantes de la Tierra y la casa común, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana”. (videomensaje del 14 de septiembre) A raíz de esta invitación que hace el santo padre, se escogió el lema de este VIII Congreso Católicos y Vida Pública: El desafío de una educación solidaria. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia reconoce la solidaridad como uno de los principios fundamentales de este contenido del Magisterio de la Iglesia. Lo define como “ vínculo de interdependencia entre los hombres y entre los pueblos , que se manifiesta a todos los niveles”. (CDS, #192) Ese vínculo tiene un componente esencial como virtud moral, en cuanto exige de cada uno de nosotros la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común (#193.2). En ese sentido es hermana de la justicia y requiere de cada uno empatía y equidad. Al mismo tiempo, es un principio de valor social, pues exige la transformación de las estructuras e instituciones a todos los niveles para ponerlas al servicio de los demás y de sus necesidades. Sin esos componentes, moral y social, no es posible esa reconstrucción a la que invita el papa Francisco. Sin una educación que promueva, desarrolle y fomente la entrega y el desarrollo personal y colectivo, en balance entre los intereses personales y los sociales, las necesidades individuales y las comunitarias y en armonía con la Tierra que provee y sustenta, será difícil superar la fragmentación y la ruptura del tejido social del que todos dependemos. Distintosaspectosdeestapropuestadesolidaridadseránpresentados y discutidos a lo largo del programa de este Congreso. La solidaridad necesita, como primer requisito, el reconocimiento y el encuentro con el otro, aceptarnos y amarnos como prójimo haciendo vida el mandamiento nuevo del amor. Se nos pone de frente la cultura del encuentro como herramienta de construcción social y del Reino. En esta reflexión nos guiará el Dr. José Francisco Serrano Oceja. La solidaridad, como signo visible y práctico de la caridad, es por tanto camino de felicidad. Como dice Pablo en el libro de los Hechos de los Apóstoles: “En todo os he mostrado que se debe trabajar así para

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